Wednesday, January 27, 2010

Los gobiernos del PAN fortalecen más a la Iglesia

El protagonismo del clero en la política y la sociedad no apareció con la llegada del panismo al poder, pero desde entonces ha cobrado mayor fuerza


La Iglesia católica ha fortalecido más su presencia en la política y la sociedad mexicanas en la última década, gracias a que los gobiernos del Partido Acción Nacional (PAN) se lo han permitido debido a la afinidad ideológica entre ambos y a los intereses políticos que los unen, coinciden especialistas.
El ejemplo más claro de ese fortalecimiento, explica Pedro Salazar, académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIJ-UNAM), son las legislaciones antiaborto aprobadas en 18 entidades del país durante este sexenio, que han sido avaladas por diputados panistas en alianza con algunos gobiernos y legisladores del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El PAN, expone José Fernández Santillán, profesor del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), ha sido permisivo con la Iglesia católica por las similitudes ideológicas que guarda con ella y por su búsqueda de una aliada con miras a las elecciones de 2012. De esa manera, ha dejado que ésta haga política abiertamente y se oponga a disposiciones como la despenalización del aborto, la ley de sociedades en convivencia y los matrimonios entre personas del mismo sexo.
El partido no sólo ha dejado que el clero actúe sino que ha apoyado las mismas causas.
En 2007, después de que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) legalizara la interrupción del embarazo antes de las 12 semanas de gestación, la Procuraduría General de la República (PGR), dependiente del gobierno del presidente Felipe Calderón, promovió una acción de inconstitucionalidad que intentó echar atrás la legislación. Ahora, luego de que en diciembre la ALDF aprobó los matrimonios entre personas del mismo sexo, el panismo ha impulsado una campaña contra esta medida por medio de encuestas y una consulta ciudadana.


Más protagonismo


Tanto Fernández Santillán como el politólogo César Cansino señalan que el protagonismo la Iglesia católica no apareció en el 2000 con la llegada del PAN al poder, pero desde entonces se hizo más fuerte.
El profesor del ITESM afirma que fue durante los sexenios de los priistas José López Portillo y Carlos Salinas de Gortari cuando comenzó a minarse la separación entre la Iglesia y el Estado. Para él, López Portillo (1976-1982) dio al Vaticano demasiada importancia en las relaciones de México con el exterior, mientras que Salinas (1988-1994) habló de efectuar una “modernización” de las relaciones Iglesia-Estado, aunque en realidad “le dio carta abierta a la Iglesia para hacer labor política”.
Cansino, por su parte, considera que no es de extrañar que la Iglesia se manifieste “en asuntos que atentan contra sus creencias”, como el aborto o las relaciones entre homosexuales, pero hay cuestiones que sólo competen al Estado laico y en las que la Iglesia “podrá opinar, pero está fuera de lugar que se reúna con actores políticos para definir una agenda”.
El politólogo ubica dentro de esos temas exclusivos del Estado a la seguridad pública. No obstante, el 19 de enero el presidente Calderón se reunió con miembros de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que informaron al mandatario de su intención de elaborar una propuesta en la materia que próximamente darán a conocer.


El camino a la polarización


Salazar expone que en tanto ciudadanos los dirigentes del clero gozan del derecho a la libre expresión. Sin embargo, como representantes de una institución religiosa violan el artículo 130 de la Constitución al asociarse para oponerse a legislaciones como las que permiten la interrupción del embarazo o los matrimonios entre personas del mismo sexo.
El académico sostiene que las iglesias deben someterse a las leyes civiles, lo que significa “respetar y acatar las disposiciones de los órganos democráticamente electos, comenzando por el Poder Legislativo”.
Para Cansino, el “protagonismo excesivo” de la Iglesia católica no implica una riesgo para el Estado laico pues las instituciones pueden convivir con un catolicismo muy arraigado en la mayoría de la población. Por el contrario, para Salazar y Fernández Santillán no resulta exagerado considerar que pesa una amenaza sobre la laicidad del Estado.
Los tres especialistas concuerdan en la necesidad de que el gobierno, a través de la Secretaría de Gobernación, haga que la Iglesia acate la ley para frenar su intento de imponer un solo criterio moral a una sociedad plural en términos políticos, religiosos y culturales. De no ser así, advierte Fernández Santillán, la Iglesia seguirá acumulando poder y al pretender imponer sus normas provocará una mayor polarización social.


Nota: Ejercicio de reporteo y redacción.

2 comments:

Elizabeth García said...

Me da gusto que tengas tantas ganas de que ests proyecto sea todo un éxito.
Verás que lo será.
Te amo.

Necio Hutopo said...

"las iglesias deben someterse a las leyes"... Vale, suscribo; los curas al reclusorio