Monday, March 31, 2008

Consejera emérita del PRD afirma que el partido “está agotado”

El Partido de la Revolución Democrática (PRD), una de las principales fuerzas políticas de México que el pasado 16 de marzo llevó a cabo elecciones internas para renovar su dirigencia nacional —sin que hasta el momento haya podido darse a conocer un ganador—, “está agotado, es irreformable desde dentro y está atrapado en los pequeños intereses”, consideró Rosa Albina Garavito, consejera emérita de ese instituto.
Por lo anterior, el equipo en el que participó como candidata a la secretaría general en los citados comicios —planilla que fue encabezada por Alfonso Ramírez Cuéllar— propone crear un nuevo partido “que no esté en manos de la actual clase política perredista, sino de la sociedad”.
En entrevista telefónica previa a la sesión del Consejo Nacional programada para este sábado —suspendida de última hora—, Garavito aclaró, sin embargo, que en principio la idea no es que del PRD se desprenda un grupo de militantes que formen una organización distinta. Lo que se plantea, “antes que la escisión, es la convocatoria a la militancia para que, con plena conciencia de la crisis del partido, éste se autodisuelva y se construya otro”.
—Después de haber contendido en las elecciones del 16 de marzo y de haber observado todas las irregularidades documentadas por los medios, como manipulación del padrón, robo de urnas y acarreo de votos, ¿qué sentimiento le queda como militante perredista?
—No ha sido una sorpresa. Participé en 1999 como candidata a la presidencia del PRD y ahí me di cuenta de que el partido se estaba convirtiendo en otro PRI. De ahí el desencanto que genera que la principal organización partidista de izquierda repita los vicios del viejo régimen que nació para combatir. En este proceso (el de 2008) intenté hacer una pequeña aportación al partido trabajando con Alfonso Ramírez Cuéllar, pero muy consciente de que pudiera no ser distinto al anterior. Fue “la crónica de un fraude anunciado”. Nosotros advertimos y denunciamos que estábamos entrando en un proceso electoral poco confiable, con propaganda ilegal de parte de las planillas más fuertes, las de Alejandro Encinas y Jesús Ortega.
La también ex senadora agregó que, con miras hacia el futuro, “propusimos impulsar una reforma constitucional para la creación de un organismo electoral autónomo que organice las elecciones internas de los partidos, que levante el padrón, supervise los recursos, porque es evidente que el dinero está rigiendo la política al interior de los partidos, y que proteja los derechos de los militantes. Propusimos igualmente una comisión ciudadana para la selección de candidatos hacia las elecciones federales intermedias de 2009. Y convocamos a una comisión organizadora, fuera del PRD, de una asamblea constituyente para un nuevo partido. Buscamos regresar el partido a la gente, y antes de seguir adelante con esta crisis hasta tocar fondo, pienso que Encinas y Ortega deberían declinar sus candidaturas y se debería nombrar a un presidente interino del partido”.
—¿Cuáles son las causas de la crisis que vive hoy el PRD?
—El PRD se convirtió en un negocio muy rentable. Lo que menos interesó fue hacer crecer al partido a favor de la sociedad, sino mantener pequeños espacios de poder en beneficio de particulares. Se convirtió en una franquicia rentable. Más que un partido, es una confederación de grupos. El PRD sucumbió a la lógica propia del sistema de partidos en el país. Y si bien en su primera etapa fue consecuente con sus objetivos y logró que al voto ciudadano se le tomara en cuenta, después despertó el apetito de poder. Muchos han hablado de “refundar” el partido, pero para lo que se necesita hacer esa palabra ya nos queda chica.
—Sobre la figura de un presidente interino, ahora en la prensa se rumora que dos ex gobernadores podrían ocupar ese cargo: Lázaro Cárdenas Batel y Ricardo Monreal. ¿Esta sería una solución viable?
—Creo que es secundario el nombre de quien se haría cargo de la presidencia interina. Lo importante sería el compromiso con el que asumiera esa función y las propuestas que podría presentar.
—Varios analistas, desde antes de las elecciones internas, alertaron de que uno de los riesgos para el país con la división del PRD y, en el extremo, con su eventual desaparición era que se daría pie a un bipartidismo PRI-PAN insuficiente para representar la pluralidad política de la sociedad mexicana.
—Por supuesto. Ese es uno de los grandes costos que no se está visualizando. No se está viendo que el daño que se hace al partido abunda en un daño al país. Se puede dejar una izquierda arrinconada, en la marginalidad. Los proyectos de derecha seguirían adelante con el desmantelamiento de los logros sociales. Se mandaría a la izquierda 30 años atrás y se derrocharía mucha de la fuerza organizativa que ha alcanzado. Pero pienso que todavía estamos a tiempo para salvar a la izquierda, y para ello tendríamos que ser conscientes de esos riesgos para México.
—¿Qué es lo que necesita la izquierda para consolidarse como opción política?
—Primero, hacer una organización abierta a todas las expresiones del movimiento democrático nacional. Y segundo, ser una organización propositiva, moderna, transparente y democrática, que es justo lo que el PRD no tiene. No es moderno ni propositivo sino que está muy a la defensiva. Se debe buscar ser una opción con un verdadero proyecto alternativo de nación.


Nota: Una versión no tan bien editada de esta entrevista fue publicada en la revista electrónica Terra Magazine.

Wednesday, March 26, 2008

Urgen a Congreso a elaborar nueva ley de medios

El Frente Nacional por una Nueva Ley de Medios ha comenzado a circular en internet un documento en el que sostiene que es necesario eliminar la concentración de la radio y la televisión mexicanas en tan pocos concesionarios, abrir el espectro radioeléctrico a más competidores y garantizar que todos los sectores sociales tengan acceso a los espacios mediáticos.
En una presentación en PowerPoint titulada “Así están nuestros medios”, el frente, constituido el 20 de febrero pasado a convocatoria de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), señala que “México es el único país del mundo en donde el 95% de los canales de televisión están acaparados por sólo dos empresas: Televisa (56%) y TV Azteca (39%)”. En toda la República, señala, existen en total 461 canales de tv, de los cuales la compañía de Emilio Azcárraga Jean posee 257, mientras que la de Ricardo Salinas Pliego tiene 180.
De acuerdo con el documento, disponible en el sitio
www.nuestrosmedios.org y que ha sido enviado a investigadores y periodistas, el caso de la radio es semejante, puesto que únicamente “10 grupos controlan 72% de las estaciones”. En una de las diapositivas se menciona que entre los conglomerados radiofónicos más fuertes se encuentran Radiorama, que opera 190 emisoras, ACIR (159), Radiocima (92), Organización Impulsora de Radio (89), Somer (77), Promosat de México (62), RASA (57), MVS Radio (51) y Ramsa-Radio Fórmula (43).
El frente —al que hasta el momento se han unido 73 organizaciones como la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC), la Asociación Nacional de Actores (ANDA), el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), la Fundación Manuel Buendía, el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, la Sociedad General de Escritores de México (Sogem) y la Unión Nacional de Trabajadores (UNT)— asegura que a través de una nueva legislación en radio, televisión y telecomunicaciones se debe “acotar el desmedido afán de lucro” de los empresarios para dar lugar a “la responsabilidad social y al servicio público en los medios”.
Además, afirma que “se requiere un esquema que obligue a los concesionarios de radio y tv a pagar impuestos”, obligación de la que, se argumenta, han estado exentos.
En opinión de la agrupación —en cuyo acto constitutivo en el Club de Periodistas en el Distrito Federal estuvieron presentes el escritor Carlos Monsiváis, el actor Daniel Giménez Cacho, el investigador Francisco José Paoli Bolio, la académica Denise Dresser y el periodista Roberto Rock—, “el dinero ha dado a los concesionarios de los medios electrónicos una enorme fuerza hasta convertirlos en poderes fácticos, al grado que en ocasiones han intentado colocarse por encima del Estado y de las instituciones legales”.
Al respecto el documento refiere la oposición de los empresarios a la reforma electoral aprobada en 2007, que limita el gasto de los partidos políticos en medios electrónicos, así como el caso de la llamada Ley Televisa, favorable a los grandes grupos pero que, finalmente, fue declarada inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y devuelta al Senado para su reelaboración.
En el sitio web se invita a los cibernautas a participar en la discusión escribiendo a los senadores, firmando a favor de la reforma a la legislación, expresando su opinión sobre los medios electrónicos en México, suscribiéndose a la lista de correos del frente y difundiendo los materiales que éste elabora.


Abril, “mes clave”: Javier Corral
En este contexto, Javier Corral Jurado, presidente de la Amedi, afirmó que el mes de abril “será clave para el futuro de la tan necesaria reforma del sistema comunicacional del país”. Después de Semana Santa, sostiene en un artículo publicado por el diario El Universal el martes 18 de marzo, “los legisladores federales se encontrarán con el reto de legislar una nueva ley de medios” entre las presiones partidistas previas a las elecciones intermedias de 2009, los intereses económicos de los grupos mediáticos y las prioridades del gobierno federal, como la reforma energética.
A decir del también ex senador del Partido Acción Nacional y uno de los principales críticos de Televisa y TV Azteca, las cámaras de Diputados y Senadores deben aprovechar el actual periodo ordinario de sesiones —que concluye el 30 de abril— para elaborar una nueva legislación pues “cualquier otro momento será más complejo y difícil”.
Corral Jurado apunta, asimismo, que la resistencia de las televisoras “a cumplir las recientes reformas electorales en la transmisión de los spots y programas de los partidos políticos dentro de los tiempos de Estado” debe incentivar al Congreso de la Unión para legislar en la materia. Hasta el 16 de marzo, el Instituto Federal Electoral (IFE) evaluaba multar a TV Azteca con 2 millones 259 mil pesos por negarse a transmitir mensajes de los partidos.
Para el presidente de la Amedi, “si ese desplante de prepotencia y cinismo de los dueños de las cadenas de televisión no conmueve la dignidad de la clase política, está perdida la clase política”. En un artículo anterior, a partir de los planteamientos de autores como el sociólogo francés Pierre Bourdieu y el mexicano Raúl Trejo Delarbre, Corral denunció que en el “autogobierno de la tv” el poder de los medios se impone al del Estado.



Nota: Una versión editada de esta nota fue publicada en la revista electrónica Terra Magazine.

Friday, March 14, 2008

Mujeres católicas exigen el derecho a decidir sobre su maternidad

Frente al rechazo que la jerarquía eclesiástica presenta al aborto, a la anticoncepción de emergencia y a la promoción del uso del condón, María Consuelo Mejía, directora en México de la asociación civil Católicas por el Derecho a Decidir, parece resumir en una frase su defensa del papel del Estado laico en materia de sexualidad: “Estamos en el siglo XXI, en una sociedad supuestamente democrática, en donde las políticas públicas no pueden elaborarse con base en creencias religiosas”.
En entrevista, Mejía, quien pugna por que las mujeres ejerzan su libertad de conciencia, refiere una encuesta realizada por la organización en 2003, según la cual la mayoría de la población católica mexicana no está de acuerdo con que la cúpula de la iglesia prohíba los métodos anticonceptivos ni con que se impida la interrupción del embarazo en determinadas circunstancias. Asimismo, dice, 85% desea que el Estado se mantenga independiente de cualquier credo; en Brasil, Bolivia y Colombia, donde también se llevó a cabo el estudio, hallaron “resultados muy semejantes”.
Al recordar el proceso que en 2007 condujo a la despenalización del aborto en la capital del país, expresa que en la asociación vivieron aquella época “con mucho entusiasmo, trabajo y compromiso”. “Tuvimos mucha voluntad de participar en el debate —agrega—, de proveer nuestros argumentos a todos los que laboraban en la aprobación de esta ley. Fuimos invitadas a varios de los foros que organizó la Asamblea Legislativa del Distrito Federal para que compartiéramos nuestros puntos de vista católicos progresistas”.
Sin embargo, admite que igualmente fueron momentos “de mucho conflicto”, puesto que “las reacciones de parte de la jerarquía de la iglesia, no sólo hacia nosotras sino hacia los legisladores y legisladoras que estaban apoyando la ley, nos presentaron nuevamente que al interior de nuestra iglesia vivimos una situación de intolerancia e intentos de imponer una postura que es cada vez más minoritaria”.
—El año pasado los medios mostraron que había mucha polarización en la sociedad con respecto al aborto. ¿Es esta división entre quienes están a favor y quienes están en contra algo real o una proyección mediática?
—Creo que hay un debate vigente. Hay quienes dicen que estamos divididos a la mitad, pero es difícil asegurarlo. Nosotras hemos visto que entre 18% a 20% de la población encuestada manifiesta extrema oposición a cualquier ejercicio de derechos. Nosotras formamos parte de un sector que defiende una ley moderada, con límites; hablamos de afirmar la autoridad moral de las mujeres para tomar decisiones y de que no quisiéramos que hubiera embarazos no deseados ni abortos, sino que las mujeres tuvieran acceso a la información, a los métodos, a poder detener una violación o una relación sexual forzada. No decimos “queremos el paraíso de los abortos”, sino que las mujeres en las sociedades latinoamericanas actuales no tienen la posibilidad de ejercer ese derecho. Y no se pueden impedir los embarazos no deseados. Ojalá se pudiera. Necesitaríamos campañas de educación sexual masivas y que las relaciones entre hombres y mujeres fueran más respetuosas y equitativas. Falta mucho para eso. Además es una tendencia mundial. Debe haber condiciones para que las mujeres podamos decidir sobre nuestra maternidad. Traer hijos al mundo es una gran responsabilidad, y obligar a una mujer a tener un hijo que no desea me parece cruel e inhumano.
—Recién se publicó la noticia de una niña de 15 años que murió en el Hospital Balbuena a raíz de un aborto legal. Después nos enteramos de que su embarazo rebasaba el límite de 12 semanas permitido por la ley para la práctica de un aborto; tenía 16 semanas y aparentemente no se efectuaron los exámenes requeridos. ¿Existe el riesgo de que se use el caso como arma política?
—Antes que todo, lamentamos profundamente que muriera esta joven. Ninguna mujer debe morir por esta causa y nos hemos sumado a las condolencias a los familiares. Hemos escuchado de parte de la Secretaría de Salud (del DF) que se están tomando las medidas para vigilar que esto no se repita. Supimos que el médico que la atendió se guió por dos factores para determinar la edad gestacional pero no lo corroboró con ultrasonido. Esto no debió suceder y, según la secretaría, se está tomando en cuenta para fortalecer vigilancia, seguimiento y lineamientos. Obviamente está siendo usado, y es lamentable utilizar la muerte de una joven para argumentar que no es un procedimiento seguro. Una vida basta para demandar las medidas necesarias para que esto no pase, pero hay que considerar a las casi 6 mil 500 mujeres que han tenido acceso a este servicio sin poner en riesgo su salud. Además, han bajado los índices de mortalidad materna: se sabe que no ha habido más de dos muertes reportadas en un año, mientras que el año anterior hubo 15 decesos producidos por abortos practicados en condiciones de inseguridad.
—Autoridades, sociedad, medios, ¿qué lecciones podemos aprender de este hecho?
—Primero, que no se justifica la muerte de una sola mujer. Desafortunadamente sucedió, en un contexto en el cual un sector de la sociedad busca echar atrás esta ley. Hay que mirar el hecho en el contexto de que 6 mil 500 mujeres sí han podido acceder a estos servicios sin arriesgar su salud ni su vida, y que eso tiene incidencias claras en la mortalidad materna. Nos gustaría que así como ha habido una reacción en este caso, estos grupos que se oponen al aborto se organizaran para atender las muertes maternas que hay en este país por pobreza, falta de acceso a servicios, información, atención prenatal, que se dan con más frecuencia en zonas de alta marginación, como las de población indígena.
—La Procuraduría General de la República, dependiente del Ejecutivo, y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, autónoma, interpusieron acciones de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación para echar atrás la despenalización del aborto. El jurista Miguel Carbonell decía que éste podía ser “el año de la Corte” dentro de otras razones porque la sentencia que dé en este asunto podría marcar un precedente para las legislaciones en la materia de todos los estados del país. ¿Cuál es su expectativa ante la respuesta que pudiera dar la Corte?
—Nosotras respetamos ese proceso, nos parece que es muy serio. Esperamos que la resolución de la Corte sea positiva, que la ley siga vigente, y estamos convencidas de que los ministros van a actuar con apego a derecho.


Nota: Una versión editada de esta entrevista fue publicada en la revista electrónica Terra Magazine.

Tuesday, March 11, 2008

Manteniendo el reto: segundo aniversario

Han transcurrido ya dos años desde que este espacio fue creado. Si bien, como he admitido con anterioridad, en un principio su objetivo fue cumplir con una tarea para la materia de Taller de Diseño Editorial en el octavo semestre de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, muy pronto sus propósitos trascendieron los meramente escolares.
Así, este blog me ha servido no sólo para desahogar una de mis más grandes pasiones, escribir, sino que se ha convertido, metafóricamente hablando, en el estante donde se exhiben mis inexpertas incursiones en la literatura y mi todavía incipiente desempeño en el periodismo. De esa manera, no me resulta exagerado expresar que mantener esta bitácora ha sido, a la vez, un enorme placer lo mismo que un reto personal y profesional sobre el que aprovecho la fecha para reflexionar.
Sarah Boxer, columnista de The New York Times, en un ensayo traducido y reproducido en el número 200 de confabulario, el suplemento cultural de El Universal, presenta un interesante análisis sobre el mundo de los weblogs. Las cifras por sí solas son impresionantes: “Para fines del 2003 —dice, citando a Rebecca Blood— había dos millones de blogs y el número se duplicaba cada cinco meses. En 2006, Technorati, un rastreador de blogs, contó 27 millones. A fines de 2007, se sobrepasaron los 100 millones”.
Más allá del dato duro, los blogs y sus implicaciones representan un fenómeno tan grande como difícil de seguir. En una compleja etapa de la comunicación caracterizada por los self media, es decir, por los medios personalizados, para casi todo aquel con acceso a una computadora e internet estos diarios brindan la oportunidad de hacerse presente en la red como productor de contenidos, sean cuales sean éstos, sean verídicos o falaces: información, chismes, rumores, opiniones halagadoras, ecuánimes o injuriosas, fotografías, dibujos, videos.
Salvo en casos como el de Hu Jia y su esposa Zeng Jinyan, cuyo blog fue censurado y él reprimido por disentir con el régimen de la República Popular China, la libertad, potenciada por la posibilidad de usar seudónimos, es prácticamente total, tanto en la forma (el lenguaje, irreverente o serio) como en el fondo (lo que se difunde).
En la lógica descentralizada de la red —del “ágora sin paredes”, como la ha llamado el estudioso Román Gubern—, así como en la heterogeneidad e infinita plasticidad de los blogs, cada blogger impone sus reglas (aquí mismo, a la derecha de la pantalla, se ubican vínculos que conducen a sitios tan únicos e irrepetibles como sus autores).
En lo que respecta a este espacio, las normas han sido fundamentalmente dos: postear (nuevo verbo acuñado por la cultura de los blogs, equivalente a “subir” o “publicar”) textos que puedan interesarle a otro u otros aparte de mí (por lo demás, un criterio básico para todo trabajo que se precie de ser periodístico) e, igualmente, ser perseverante en y superar la calidad de cada entrega en cuanto a investigación, sustento, información, análisis, reflexión y expresividad.
Como es posible constatarlo, en muchas ocasiones no se ha logrado; en otras, considero, sí. O dicho en otras palabras, no me enorgullezco de todo lo aquí reunido, pero —que quede claro— de cada nota, reseña, crónica, entrevista, reportaje, artículo, columna y cuento me hago responsable. En todo caso, por supuesto, cada visitante ha sido y es libre de juzgar, criticar y comentar cada texto como le plazca.
Y hablando de cibernautas, sirva el cierre de este editorial de aniversario (o, mejor, de este conjunto de divagaciones so pretexto de un día en el calendario) para agradecer a todos los que se han asomado a este espacio, tanto a los lectores accidentales y ocasionales como a quienes se dan una vuela por acá con regularidad; son pocos, pero, lo sé, constantes. A todos en verdad muchas gracias. Por el momento, me despido. Un año más. Ya llevamos un par. Seguimos bloggeando.