Tuesday, January 19, 2010

“La peor tragedia de Haití”

Alrededor de 30% de los haitianos podrían haber perdido su hogar.


La peor tragedia de Haití han sido sus malos gobiernos, afirma Alphonse Telasco, un médico haitiano que reside en México desde hace tres décadas y que expresa su sentir en torno del desastre causado por el sismo que se registró en el Caribe la semana pasada.
En su opinión, los gobernantes que ha tenido el país a lo largo de su historia, desde su lucha por la independencia en 1803, han respondido más a los intereses de las potencias que los han apoyado, como Francia y Estados Unidos, que a las necesidades de la población. Y esa situación, sumada a las condiciones de miseria de la nación más pobre de América, explica por qué el sismo que cimbró Haití ha provocado la peor catástrofe que haya enfrentado la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Telasco nació en Haití aunque vive en México desde 1973. Estudió medicina en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se fue a Tabasco y desde hace un año regresó al Distrito Federal. No tiene muchos familiares en la isla porque varios de ellos decidieron emigrar, pero el “lazo umbilical” que lo une con su lugar de origen lo ha movido a buscar la forma de ayudar a sus compatriotas.
De pie afuera de la embajada de Haití, con rostro sereno asegura que el apoyo de los mexicanos hacia los afectados por el sismo de siete grados Richter ocurrido el 12 de enero ha sido espontáneo y emotivo. “México es una gran nación”, sostiene.
Tanto él como otros ciudadanos haitianos se muestran agradecidos con la ayuda humanitaria que llega a la sede diplomática. Cada automóvil que pasa frente a esta casa para entregar agua, alimentos, papel higiénico, toallas sanitarias, medicamentos o una mano es despedido con un aplauso y un sonoro “Gracias”.
Entre los voluntarios que con rapidez forman cadenas humanas para trasladar las donaciones hay haitianos y mexicanos —“muchos jóvenes”, resalta Telasco—, así como elementos de Protección Civil y de la Brigada de Rescate Topos Tlatelolco.
La embajada —ubicada en la calle Presa Don Martín 53, colonia Irrigación, en la delegación Miguel Hidalgo del Distrito Federal— ha permanecido abierta las 24 horas desde el día del temblor.
Hasta este domingo se estimaba que la catástrofe en el país caribeño, que tiene una población de 10 millones de personas en su mayoría dependientes de la agricultura en pequeña escala, había dejado 50 mil muertos, 250 mil heridos y 3 millones de damnificados, con el riesgo de que la situación se agrave por la dificultad para manejar los cadáveres, cuidar a los lesionados y hacer que la ayuda humanitaria llegue a los pobladores.
Para Telasco, en ese sentido, la prioridad en estos momentos debe ser atender a los vivos antes de que estalle una crisis social, una posibilidad que ya ha despertado la preocupación del propio secretario general de la ONU, el sudcoreano Ban Ki-moon. Sin embargo, la intención de frenar la inestabilidad y los brotes de violencia se topa con obstáculos como la incapacidad de un gobierno “decapitado” como el de René Préval.
Conmovido con las muestras de solidaridad pero a la vez realista respecto del futuro, el médico haitiano manifiesta un temor más: que en la reconstrucción del país caribeño nuevamente intervengan las potencias mundiales no para brindar mejores condiciones de vida a los pobladores, sino para impulsar otro gobernante a modo y de esa manera seguir obteniendo beneficios a costa de esta empobrecida nación.


Nota: Este texto, otro ejercicio de reporteo y redacción, aparece en los Dardos de diasiete.com.

1 comment:

Necio Hutopo said...

Don Mau, el tecto es interesante y bien escrito... pero me parece que sus datos son, cuando menos, inexactos...