Wednesday, June 03, 2009

Hombres verdes salvan la Tierra

Xcaret, Quintana Roo, será la sede de la ceremonia con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebrará el próximo viernes 5 de junio. El lema de la festividad, “¡Tu planeta te necesita! Unidos para combatir el cambio climático”, adquiere especial significado frente a datos como los publicados por el Foro Humanitario Global, de acuerdo con el cual este fenómeno cada año provoca la muerte de 300 mil personas y costos por 125 mil millones de dólares.
El acto, promovido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) desde 1972,
atendido en esta ocasión por el gobierno de México, y en el que se prevé la participación de 400 individuos entre mandatarios, académicos y empresarios, busca servir como preparativo rumbo a la Cumbre de la Tierra que se realizará en diciembre en Copenhague, Dinamarca.
La importancia de esta última reunión,
según apuntaba José Sarukhán hace algunos meses, radica en que “tiene como misión central definir la secuencia del actual Protocolo de Kioto” y, por lo tanto, que los países alcancen acuerdos en temas como soporte tecnológico, adaptación a las nuevas condiciones climatológicas globales y deforestación.
En este contexto, buen momento es el presente para, por un lado, esperar a que de estos encuentros internacionales surjan compromisos y medidas concretas entre los estados para aliviar a nuestro planeta del desgaste al que como humanidad lo hemos sometido. Por el otro, también es oportuno recordar cuáles son las acciones que como ciudadanos podemos llevar a cabo, tanto en lo individual como en nuestros entornos cercanos, en un esfuerzo por preservar el ambiente.
La solución a los problemas que enfrenta la Tierra, en resumen, debe contemplar aspectos en gran y en pequeña escala. Entre los primeros están los retos de generar industrias y medios de transporte verdes o de proveer de alimentos a la población mundial de manera sustentable, mientras que entre los segundos destacan los hábitos diarios de cada uno de nosotros.
Respecto de éstos, y a propósito de la celebración del viernes,
el PNUMA recomienda, por ejemplo, plantar un árbol y encontrar “hogares necesitados u organizaciones de caridad para donar objetos que usted ya no utiliza o no quiere en lugar de botarlos”.
Igualmente, brinda consejos para hacer más ecológica la rutina de vida: no dejar correr el agua durante el baño o el aseo personal; usar toallas para secar la cara en vez de pañuelos desechables; empacar el almuerzo en recipientes reutilizables, no en bolsas de plástico ni en papel aluminio (un mineral escaso y de extracción costosa y contaminante); apagar todas las luces después de salir de casa y desenchufar los aparatos eléctricos; caminar, viajar en bicicleta, en transporte público o compartir el automóvil cuando sea posible; en la oficina, emplear las hojas de papel por ambos lados y únicamente imprimir un documento si es indispensable.
Hace ya 10 años,
un texto elaborado por los gobiernos federal y del DF, así como por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), advertía sobre dos hechos. Primero: “Desde tu hogar, tienes mil oportunidades para ayudar a proteger el ambiente”. Segundo: “La filosofía consumista de ‘usar y tirar’ ha demostrado ser desastrosa para nuestro entorno”.
En efecto, a esa lógica de consumir sin ton ni son debemos buena parte del deterioro ambiental. Bajo la falsa creencia de que todo es inagotable o de que nuestros actos carecen de consecuencias (o guiados por el cinismo que lleva a decir: “Qué importa, a fin que otro será el afectado”), países, industrias y personas nos hemos dedicado a explotar recursos o a comprar productos irreflexivamente.
La capital de la República es muestra de los problemas que esa irresponsabilidad colectiva ha acarreado. El crecimiento demográfico y urbano y el uso irracional del agua han conducido a la situación de escasez que padecemos, y de la cual podría derivarse una crisis social. Del mismo modo, la impresionante generación de residuos sólidos, en cuyo manejo a largo plazo apenas empezamos a ocuparnos, no sólo evidencia nuestra falta de cultura cívica, sino que causa contaminación en las calles, obstrucciones en los drenajes y podría impactar con fuerza en la salud pública.
Más allá de la fecha y de los discursos que ésta suscitará, es hora ya de que todos, sea en el nivel gubernamental, de la iniciativa privada o de la sociedad, asumamos el rol que nos corresponde en la preservación del planeta. Y esta tarea no reclama posturas políticamente correctas de dientes hacia fuera. Exige, eso sí, un compromiso real de más de 6 mil millones de seres humanos por cuidar la casa que todos habitamos.


Nota: Este texto aparece hoy en e-joven.

4 comments:

Elizabeth García said...

Estoy totalmente de acuerdo con usted, tenemos que preocuparnos más por el planeta y porque futuras generaciones puedan disfrutar de las maravillas que tiene el mundo. Ojalá la conciencia hubiera llegado desde hace mucho tiempo y no cuando piensan que ya no hay otra alternativa.
Un beso.

Necio Hutopo said...

Vale... EL texto es bueno, pero que muy bueno... Tiene sus asegunes, pero sería un poco demasiado largo debatirlo acá y en buena medida Ud. ya deja una mínima constancia de darse cuenta de ellos...
Eso sí, la próxima vez que busque un título para su nota, asegurese de que no hable de marcianos...

Root said...

Jajajaja... lo siento, tengo que decirlo... también pensé en lo de los marcianos!!

Un besote, joven!

Nuestro sitio en Internet said...

hola buen dia