Friday, June 12, 2009

Tragedias que reproducimos

“Mueren 31 niños por asfixia en guardería”, publicaba en su portada el diario El Universal del sábado pasado. Al momento de escribir estas líneas, suman ya 44 menores víctimas del incendio que afectó la estancia infantil ABC en Hermosillo, Sonora, una tragedia que —con razón— ha captado la atención nacional y despertado indignación, pero que asimismo permite establecer peligrosas similitudes con otros episodios amargos.
Recién ocurrido el hecho, tal como ha sucedido antes, autoridades locales y federales lamentaron el siniestro y, acto seguido, aseguraron que se investigará y castigará a los responsables, de manera que casos como éste no vuelvan a presentarse. No obstante, cuántas veces hemos escuchado ese mismo discurso sin llegar a observar resultados.
Por otra parte, luego de esa reacción oficial —de nuevo, como ya lo hemos atestiguado—, los medios de comunicación empezaron a indagar sobre las deficiencias e irregularidades no sólo de la guardería sonorense, sino de todo el sistema de esas instituciones que opera en el país.
Gracias a eso ahora sabemos que la estancia infantil ABC se encontraba al lado de una bodega de la Secretaría de Hacienda local, en la que un aparato enfriador de aire falló e inició el incendio. Nos hemos enterado también de que el lugar que alojaba alrededor de 140 niños no contaba con los accesos necesarios ni con salidas de emergencia, y de que los detectores de humo estaban obstruidos por un plafón.
Del mismo modo, se nos ha informado que se estima que las más de 8 mil guarderías creadas con patrocinio de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) carecen de las medidas de seguridad adecuadas o de suficiente personal capacitado, así como de que 221 mil menores corren riesgo por las violaciones a la Norma Oficial Mexicana (NOM) en las que incurren dichos establecimientos.
Y los medios cumplen una labor social al investigar estas tragedias y al señalar los actos de corrupción o los problemas estructurales que las originan. Lo lamentable, sin embargo, es que tanto comunicadores como sociedad, y no digamos quienes gobiernan, únicamente atendemos estas situaciones graves como es debido hasta que nos estallan en la cara y el impacto nos hace voltear la mirada. Nunca antes.
Fue hasta la muerte de 12 personas durante un operativo policiaco en el antro New’s Divine, hace casi un año, en el Distrito Federal, que empezamos a preguntarnos con más fuerza cómo y dónde se divertían los jóvenes, que reparamos en las condiciones de los lugares donde éstos se reúnen y que reflexionamos acerca de cómo aparecen marginados para las políticas públicas, estigmatizados e incluso maltratados por las autoridades. Otro ejemplo: aunque ya estábamos conscientes de la precariedad de nuestro sistema de salud, fue hasta que la influenza humana nos puso en vilo a finales de abril que recordamos que fortalecerlo debe ser una prioridad.
Alimentados por nuestra negligencia, siniestros como el de Sonora crecen frente a nuestra nariz —unos en forma ruidosa, otros con sigilo— sin que nos dignemos a notarlos hasta que hacerlo se torna inevitable.
¿Qué ocurre después? Se desata el escándalo, se levanta el enojo social, se escucha el lamento oficial, se menciona a los posibles responsables o se fabrican culpables, vienen las promesas de cambio y los intentos de solución… pero, después de unos cuantos días o semanas, otro tema llega a la agenda, nos olvidamos del anterior y todo permanece igual o peor que como había comenzado.
En el caso de la Guardería ABC, más de un analista ha apuntado que la apuesta por una nueva bomba mediática, por la desmemoria y por la impunidad parece ser la misma. Mucho me temo que al cierre de este expediente ese pronóstico sea el acertado. Otra vez.

Nota: Este texto aparece hoy en los Dardos de diasiete.com.

4 comments:

Root said...
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Root said...

Jajaja... espere, hubo varios errores... ahi va de nuez...

¿Ya le habia dicho cómo me gusta cuando sus textos llevan una carga de opinión? ¿Le habia contado que la trascendencia de una nota que repita los mismos datos expuestos en todos los medios, a un artículo que exprese consecuencias y causas a mi, como lectora, m enriquece más?
¿No?!!!! Jajaja... pos se lo confieso ahora

¿Siii?¡¡¡¡ Bueno, no está de más repetirlo.

Muchas felicidades.
Un beso!

Elizabeth García said...

Hola!
Buen texto. Muchas feliciades.
Concuerdo totalmente contigo, el problema de esta sociedad es que al otro día (casi literalmente) ya olvidó todo.
Debemos ser más concientes y sensibles a lo que sucede a nuestro alrededor. Lo difícil es que el espectáculo no le gane al humanismo, triste, pero así es la mayor parte de las veces.
Besos, profesor adjunto :)

Necio Hutopo said...

mmm... Y será que podemos arrestar a Calderón por conspiración para cometer asesinato?