Friday, May 15, 2009

La educación que tenemos… ¿cuál queremos?

Me hubiera gustado escribir sobre el Día del Maestro en un tono estrictamente optimista. Reflexionar, digamos, en torno a la figura del mentor; ofrecer un pequeño homenaje a quienes me han dado clase; recordar a las mujeres y a los hombres que, con su persona y con su quehacer académico, me han enseñado mucho acerca de la vida.
Sin embargo, casi cualquier ánimo positivo se viene abajo tan sólo de echar una mirada el estado que guarda el Sistema Educativo Nacional, en particular en su nivel básico. El grado de deterioro físico de planteles públicos de primaria y secundaria, por ejemplo, parece una metáfora de la educación mexicana: descuidada, reparada únicamente en la superficie y, por lo tanto, condenada al atraso.
Las carencias en la infraestructura son las partes más visibles del problema. No obstante, a los pupitres sin paleta, los pizarrones inservibles, las bibliotecas rezagadas o los baños inutilizables hay que agregar la falta de una reforma consciente a los planes y programas de estudio, así como la revisión del papel de los profesores, una tarea de suyo complicada debido al poder político que, gracias a cuestionables alianzas, ha adquirido la cúpula del sindicato magisterial encabezado por Elba Esther Gordillo.
Acerca de los contenidos impartidos es pertinente rememorar las críticas que desde hace tiempo dirigen los pedagogos a los enfoques enciclopédico y memorístico. En el afán de querer enseñarlo todo vía dictados, transcripciones y repeticiones se pierde la posibilidad de profundizar, de hacer lúdico el conocimiento y, lo más importante, de motivar en los alumnos la acción, la curiosidad y el razonamiento.
En cuanto a los maestros, es injusto satanizar a todo el gremio en función de la escasa credibilidad de quien ha sido su lideresa durante 20 años. Todos hemos tenido contacto con mentores verdaderamente comprometidos con su vocación y con los estudiantes, y precisamente por ellos al igual que por los niños y jóvenes de quienes están a cargo, resulta indispensable acabar con prácticas corporativas como la venta de plazas o como premiar la lealtad sindical por encima del desempeño profesional.
También es imprescindible que tanto dirigentes magisteriales como políticos y gobernantes dejen de ver al ramo educativo como una moneda que puede cambiarse —como se hizo en 2006 y seguramente se hará en julio próximo— por favores, privilegios y apoyos electorales.
Uno de esos pactos, la Alianza por la Calidad de la Educación, cumple hoy un año. Ahora bien, pese a todo el oropel oficial, este acuerdo entre la SEP y el SNTE reúne numerosos elementos como para convertirse en un proyecto fracasado.
Entre otros, el experto Olac Fuentes Molinar destaca: “La ACE fue lanzada sin un argumento articulador. De ahí su apariencia miscelánea”, en la que se incluye “lo que no tiene fundamentos, como suponer que la tecnología por sí misma puede mejorar el aprendizaje al margen de una pedagogía renovada (…); lo riesgoso, como anunciar reformas curriculares sin definir sus rasgos centrales; y lo dañino, como etiquetar a alumnos, escuelas y maestros con un examen único, anticuado y en buena parte banal”.
Así las cosas, es evidente la urgencia de atender los problemas de la educación mexicana. Y esto va mucho más allá de dejar de salir reprobados en pruebas propias como las de Enlace o internacionales como las de PISA.
Apunta, aunque pueda sonar cursi, a darle su merecido peso como derecho constitucional e, igualmente, al país que queremos ser. No sólo porque para afrontar los retos económicos, laborales, académicos y de salud globales requerimos una población cada vez mejor preparada, sino porque las aulas deben ser el primer frente para formar ciudadanos, mujeres y hombres reflexivos, activos y dispuestos a colaborar libremente en pro del interés general. En verdad espero que sepamos asumir ese reto.

Nota: Este texto aparece hoy en los Dardos de diasiete.com. Y porque no está de sobra, mis felicitaciones, en especial, para quienes me han acompañado en la docencia, como la profesora Toibe Shoijet, el maestro Luis Carrasco y mis colegas Lizbeth Hernández, Paola Wong, Mario Andrés Landeros y Jesús Serrano. Del mismo modo, agradezco en serio a las generaciones de alumnos de la FCPyS de la UNAM que me han ayudado a crecer.

4 comments:

Elizabeth García said...

Joven Torres
Hola, sentía que no tenia tanto que visitaba tu blog, pero hay muchos archivos nuevos.
Me da gusto saber que su blog sigue con la misma calidad y mas cantidad. Felicidades profesor adjunto por su dia, que como le dije, estoy segura que pronto lo felicitare sin el "adjunto", definitivamente uno de los mejores con los que me topara en la carrera, gracias por eso y por todas las lecciones de vida que he compartido con usted.
Un gran abrazo, te quiero.

Necio Hutopo said...

Pues vale, de acuerdo... Aunque hay una cosa que se nos olvida. Que lamentablemente ha tiempo ya que el enseñarlo todo no es parte del plan educativo, de ahí la desaparición de la historia de México (o, al menos, de una buena parte de ella) en Primaria y Secundaria y la de la filosofía en la reforma al Bachillerato...

Root said...

Es verdad Mau, las carencias en materia de educación son realmente para preocuparse... más aún... para ocuparse. Estructura, organización y temáticas deben someterse a una revisión que permita evaluar fallas y planear soluciones... tristemente el sector es usado con fines que muchas veces busca todo menos el objetivo al que debería servir.

No todos son malos, hay muuuuuchos hombres y mujeres comprometidos con la educación de este país en cuyas manos sólo está tratar de transmitir lo que van a prendiendo, con la esperanza de contribuir aunque sea un poco en la reconstrucción de un mundo menos jodido.

Qué fortuna que ud. sea uno de esos... nuevamente reciba un abrazo sincero, enorma agradecimiento y todo el cariño.

Un beso pricipe...

Ruth

*kR!z* said...

Hola Mau!!!

Aquí estoy, uniéndome a tu club de seguidores...

Me gustó mucho el artículo de hoy. En lo personal, tratar el tema de la educación me provoca una bipolaridad terrible, porque a veces parece todo perdido y por otro lado, es un aspecto crucial para el país.

Sin embargo, me gusta que hayas hecho referencia a los retos, porque creo que ahí está la palabra clave de todo el asunto.

Bueno Mau, me voy, no sin antes darte las gracias por todas tus enseñanzas en clase y para ti: Feliz día del maestro!!! (con un ligero retraso, jaja)