Tuesday, December 22, 2009

Moverse en el DF

Largas filas de vehículos se observan en Periférico y en Insurgentes, en Viaducto y en Constituyentes. El tráfico en la capital del país se torna pesado en horas pico, es decir, cuando menos tres veces al día: antes de las 9 de la mañana, entre la 1 y las 3 de la tarde y de 7 a 9 de la noche. También se complica cuando se suscita algún accidente. O en aquellas zonas en obra. O en quincena. O cuando llueve.
En una ciudad con cerca de 9 millones de habitantes y alrededor de 5.5 millones de automóviles, a los que según Armando Quintero, titular de la Secretaría de Transportes y Vialidad del gobierno capitalino (Setravi), se suman cada año 250 mil nuevos automotores, la movilidad de la población —tenga coche o no— encuentra dificultades y se convierte en un reto que debe ser atendido por las autoridades.
Recientemente, para enfrentar esta problemática la administración del Distrito Federal, a cargo de Marcelo Ebrard, publicó en su Gaceta Oficial la declaratoria de necesidad para construir dos vialidades: un segundo piso del Periférico entre el antiguo Toreo de Cuatro Caminos y el distribuidor vial de San Antonio, y un tramo de cuota que una las avenidas San Jerónimo y Centenario, en el poniente de esta urbe. El GDF aclaró que esta infraestructura se edificará con inversión privada y, en el caso de la segunda obra, que el cobro de peaje servirá para que los propios automovilistas financien su construcción y funcionamiento.
La medida ha despertado opiniones encontradas. Dos analistas a quienes conozco, ambos asiduos twitteros con estudios sobre urbanismo en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), intercambiaron puntos de vista al respecto.
Por un lado, Onésimo Flores (@oneflores) calificó de positiva la idea del gobierno de Ebrard pues consideró que las cuotas que se cobrarían bien podrían brindar recursos para mejorar servicios masivos como el Metro, el Metrobús o el Corredor Cero Emisiones. Por el otro, Andrés Lajous (@andreslajous) manifestó que la propuesta es mala porque continúa con el patrón de invertir en infraestructura para coches, cuando de acuerdo con datos de la Encuesta Origen-Destino 2007 únicamente 33% de los viajes que se realizan en la ciudad son en automóvil.
Más allá del diferendo, los dos coinciden en que para cubrir eficazmente las necesidades de movilidad de los capitalinos urge dar prioridad al transporte público sobre el particular. Onésimo Flores lo explicó de esta manera: “Hay que ofrecerle a la gente una alternativa eficiente y segura al auto: Metro, bicis, Metrobús, taxi”.
Para ello plantea una estrategia concreta: vincular las políticas de transporte con las de uso de suelos. El punto, a grandes rasgos, consiste en que si el gobierno autoriza la construcción de fraccionamientos de vivienda, se asegure de que éstos no estén tan dispersos entre sí y de que cerca de ellos existan vías de movilización masiva; de lo contrario, el coche seguirá siendo el medio dominante para trasladarse de un lugar a otro y se generarán embotellamientos, con los costos económicos, ambientales e incluso anímicos que ello representa.
Este enfoque de integrar las políticas públicas constituye una de las facetas del desarrollo sustentable e implica la cooperación a largo plazo tanto entre las dependencias de una administración como entre niveles de gobierno: delegaciones o municipios, entidades y Federación.
Resolver las necesidades de transporte del DF y de otras grandes urbes requiere una mirada que comprenda todos los factores relacionados con este tema y que, en principio, entendamos que seguir llenándonos de autos no soluciona nuestros problemas de movilidad. Tener más coches en las calles no traza la ruta hacia una respuesta, sino a que permanezcamos atorados en el tráfico.


Nota: Este texto aparece en los Dardos de diasiete.com.

2 comments:

Necio Hutopo said...

Vale... mala nota no es, que quede claro, pero me parece a mi que faltó profundizar algo...

Necio Hutopo said...

Feliz Navidad, Don Mau