Wednesday, May 21, 2008

Favorecería a Pemex participación de iniciativa privada en sector petrolero: académico

A pesar de que el proyecto de reforma a Petróleos Mexicanos (Pemex) presentado por el presidente Felipe Calderón no menciona textualmente la palabra “privatización”, ésta en los hechos sí se daría pues el Ejecutivo plantea concesionar a la iniciativa privada actividades derivadas de la exploración, explotación, producción y distribución de hidrocarburos, explicó Raymundo Tenorio, director de la Escuela de Negocios y Humanidades del Tecnológico de Monterrey, campus Toluca.
Sin embargo, en entrevista telefónica el académico recalcó que con ello no se estaría cediendo la propiedad del petróleo, que de acuerdo con el artículo 27 de la Constitución pertenece a la nación, sino que se transferiría a particulares la realización de algunas tareas. Asimismo, enfatizó que no se debería temer a la participación privada en la industria petrolera.
Para Tenorio, más allá de la reforma elaborada por el gobierno federal —que ha despertado el rechazo de los partidos agrupados en el Frente Amplio Progresista (PRD, PT y Convergencia), así como polarización social—, si se quiere hacer de Pemex una empresa eficiente y competitiva, se necesitan cambios constitucionales que permitan y regulen el trabajo de la iniciativa privada en el sector.
El tema de la energía, por lo pronto, comenzó a discutirse en el Senado de la República el pasado 13 de mayo. Durante estos foros, que concluirán el 22 de julio con un debate entre legisladores, se tratarán, dentro de otros aspectos, los principios que deben regir la reforma energética, el análisis constitucional de las iniciativas, el régimen fiscal de Pemex, la relación con compañías extranjeras y el combate a la corrupción.
—Un análisis que comparten varios políticos e investigadores, como usted, es que Pemex se encuentra en crisis técnica y financiera. ¿Por qué?
—La crisis financiera que vive Pemex es resultado de una falta de inyección de recursos entre 1991 y 1999, debido a que, habiendo obtenido un financiamiento de 20 mil millones de dólares entre 1978 y 1983 para exploración, la caída de los precios del barril de petróleo en 1985-86 hizo impagable la deuda adquirida y la renegociación de la misma ahorcó a la paraestatal. A partir de ese momento la banca internacional se negó a otorgar financiamiento con base en una materia prima de precio tan volátil como el petróleo. Entonces, ante la falta de ingresos para el país por la caída en las exportaciones de petróleo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) decidió incrementar los derechos fiscales que obtenía de Pemex, con lo que la paraestatal pasó a ser una fuente importante de ingresos que llegó a representar hasta 50% del total del presupuesto nacional. Esto provocó que Pemex no tuviera recursos frescos y llevó a consecuencias técnicas como la no actualización de instalaciones ni de equipo, así como a un mantenimiento modesto. Actualmente Pemex no tiene recursos propios para su desarrollo.
—¿Y qué pasa con los otros análisis, los que señalan a Pemex como una de las empresas más rentables del mundo en su tipo? ¿Son confiables o están sesgados ideológicamente?
—Un poco de las dos. Si no se le quitaran tantos recursos fiscales, Pemex, en efecto, sería una empresa rentable, con poco margen de utilidad, pero lo sería. Sin embargo, lo anterior no quiere decir que eso le permitiría salir de la crisis en la que está. Yo creo que nos libraríamos de debates ideológicos sobre la participación o no de la iniciativa privada si la SHCP dejara de sangrar a Pemex. Pero si Hacienda deja de obtener recursos de Pemex, tiene que obtenerlos de otro lado. Por eso pienso que para que se dé una reforma en Pemex se necesita también una reforma fiscal a fondo.
—Entonces, si la SHCP dejara de sacar recursos de Pemex, la paraestatal podría invertir en su desarrollo.
—Ahí está una solución inmediata: que se deje de sangrar fiscalmente a Pemex. Y la reforma fiscal que tendría que acompañar esto debería sustentarse en cambios a la ley del IVA (Impuesto al Valor Agregado), es decir, que se graven los alimentos, dejar de subsidiarlos, no de manera que se “cepille” (afecte) a todos por igual, sino diseñando mecanismos adecuados de distribución de la riqueza.
—A su juicio, ¿es la reforma presidencial la reforma que Pemex necesita?
—No es la mejor ni la que Pemex necesita. Es la que ellos (el presidente y su equipo) creen que se puede lograr. Yo pienso que hay que ir más a fondo. Hay que ir a tocar la Constitución, nuestra “inmaculada concepción”. Le convendría a Pemex que ésta se modificara para permitir la participación de la iniciativa privada. En la exploración, por ejemplo, encontrar un nuevo pozo puede darse en una de cada 10 búsquedas. Eso cuesta mucho. Históricamente hemos llegado a un punto en que Pemex no puede financiar sus actividades por sí solo. Por eso creo que se necesita una reforma constitucional que dé cabida a la actividad privada en el sector.

Nota: Una versión editada (a mi juicio, innecesariamente) de esta entrevista fue publicada en la revista electrónica Terra Magazine.

2 comments:

Necio Hutopo said...

La entrevista muy bien hecha, don Mau, Ud. lo sabe... Como sabe (o, por lo menos, supondrá) no puedo compartir ni mínimamente los argumentos en ella expresados.

Alejandra Morón Díaz said...

Hola Mau, Mau (yo quiero un gatito que me haga Mau, Mau, Mau, jajaja) nada más paso a saludar y a dejar un ¡Que buena entrevista! como sabrás me gusta tu estilo y tu redacción, ya platicaremos luego sobre Terra Magazine y mis canas verdes (¿o rojas?)

Cuidate y nos estamos viendo.