Friday, April 16, 2010

El mensaje de Michelle Obama

La visita a México de la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, fue la nota diplomática de la semana para los medios nacionales.
De este recorrido los espacios informativos destacaron, entre otros aspectos, que fue el primer viaje internacional que realiza sin su esposo, el presidente Barack Obama; que convivió largo tiempo con su homóloga, Margarita Zavala; que durante su estancia habló de la importancia de impulsar programas sociales para, por ejemplo, prevenir las adicciones, y que se presentó frente a grupos de jóvenes a los que buscó transmitir un mensaje de esperanza.
Quiero centrarme aquí en ese último punto. El martes, en la Universidad Iberoamericana, dijo que ni ella ni su marido habrían imaginado en su juventud llegar a la Casa Blanca, y que los logros que han obtenido se deben en buena medida a la educación que recibieron.
Por tanto, exhortó a los jóvenes privilegiados no sólo a aprovechar las facilidades con las que cuentan —como los recursos para costear una colegiatura—, sino a ser solidarios y ayudar a otros. A los que enfrentan carencias les advirtió que deberán esforzarse más por alcanzar sus metas, pero recalcó que es posible que accedan a ellas. Recordando el lema de campaña del ahora presidente estadounidense, exclamó: “Yes, we can” (“Sí, se puede”).
Más tarde y al día siguiente, la señora Obama reconoció que los gobiernos han fallado en la elaboración de programas sociales de largo plazo que brinden oportunidades de desarrollo a la juventud. Alertó de que esto genera frustración y puede empujarlos a la marginación o a la delincuencia.
De esa manera, dijo, corresponde a los dirigentes y a cada adulto contribuir a que se abran puertas, a crear los espacios donde los muchachos puedan crecer y vivir en un mundo mejor. Para ello llamó a asumir un principio, una guía, una filosofía: ser “la generación del sacrificio”.
Una colega que siguió la visita comentaba lo políticamente correcto del discurso. Criticaba que sonara a palabras ya dichas o a un listado de buenas intenciones. Y como ella, muchas personas más habrán cuestionado la legitimidad del mensaje, la utilidad de la visita diplomática o, más aún, habrán rechazado que éstos vayan a servir para transformar las relaciones México-Estados Unidos en un nexo más equitativo, más justo, más cooperativo.
En efecto, razones hay para mirar con escepticismo o incluso con recelo las señales que envía el vecino del norte, dadas la historia y la complejidad de los vínculos entre ambos países.
Yo, no obstante, cuando menos quiero otorgar el beneficio de la duda a lo expresado por Michelle Obama en los días pasados. Sin creer en sus palabras con los ojos cerrados, quiero tomarlas como un signo de que una parte de la élite política global es consciente, primero, de las dificultades que enfrentan las generaciones jóvenes en un mundo globalizado; segundo, de la necesidad de abrirles oportunidades, y tercero, de las consecuencias potenciales de no hacerlo y perder ese bono demográfico a manos de la apatía o de la ilegalidad.
Más allá de lugares comunes, considero necesario que adultos y juventud asumamos nuestra responsabilidad en la construcción de un mundo en el que se combatan la pobreza, el desempleo, la intolerancia, la inseguridad. Y en ese sentido es pertinente el llamado a que los dirigentes de hoy construyan “la generación del sacrificio”, aquella que —no desde una perspectiva moral, sino de justicia social— supere el cortoplacismo y las actitudes egoístas para trabajar en beneficio de todos cuantos pueblen este planeta mañana.
Me pregunto, ahora bien, si ese mensaje tendrá algún eco entre las élites de este país.


Nota: Este texto aparece en los Dardos de diasiete.com.

1 comment:

Necio Hutopo said...

La verdad, don Mau, es que la nota está bien escrita, de eso no me quejo, pero peca de una ingenuidad que raya en la complacencia...

por lo demás, sólo una acotación:
"exclamó: Yes, we can (Sí, se puede)".
Yes, we can se traduce más como "Podemos", que tiene más sentido con el mensaje incluyente que desde la campaña electoral los Obama pretenden vender*... Si se fuerza la traducción a "Sí, se puede", en castellano, la coma sale sobrando...

*Mensaje que, por otro lado, poco o ningún reflejo ha tenido en la política real de la actual administración estadounidense.