Tuesday, December 23, 2008

Madurar entre patos y lagos




Por segunda ocasión, Fernando Eimbcke demuestra que no se requiere un gran despliegue de recursos técnicos ni una amplia disertación filosófica para lograr una película que conduzca a reflexionar sobre el ser humano. Es así que en torno a elementos como la ternura, la nostalgia y el humor, el director mexicano construye su más reciente largometraje: Lake Tahoe.
Juan (Diego Cataño), un adolescente de 16 años de edad, choca contra un poste el auto de la familia y debe emprender un largo y cansado recorrido bajo el sol de Puerto Progreso, Yucatán, para encontrar a alguien que le ayude a repararlo.
Durante ese periplo plagado de absurdos, el protagonista se topa con don Heber (Héctor Herrera), un mecánico retirado cuya única compañía es una perra bóxer de nombre Sica; con Lucía (Daniela Valentine), una muy joven madre soltera aficionada al rock; y con David (Juan Carlos Lara), un muchacho obsesionado con las artes marciales lo mismo que con las enseñanzas de una de sus leyendas, Bruce Lee.
Hasta aquí, como en Temporada de patos (2004), ópera prima de Eimbcke, la anécdota no revela mucho de los verdaderos conflictos de los personajes. Si en aquel laureado filme en blanco y negro tres adolescentes y un adulto se enfrentaban más inconsciente que conscientemente a sus carencias y frustraciones, en éste secuencia a secuencia van quedando al descubierto los problemas que Juan se ve obligado a encarar: la muerte de su padre, la depresión de su madre, la inocencia de su hermano menor, Joaquín (Yemil Sefani), así como su propio duelo.
Igualmente, en otra similitud con su primera producción, el realizador opta por revisar la cotidianidad, sus reglas y sus disparates, a la luz de un hecho que llega a romper con ella, a cuestionarla, a plantear cambios tanto más difíciles y dolorosos en la medida en que son repentinos e indeseados. De ese modo, reunir a personas que en circunstancias “normales” no tendrían motivos para relacionarse no sólo enfatiza la sensación de enrarecimiento, sino que da pie a situaciones tan simples como cómicas.
En cuanto al discurso cinematográfico, ya en la edición de este mes de la revista Letras Libres Fernanda Solórzano señaló que uno de los méritos del estilo de Eimbcke —quien ha dirigido videoclips para bandas como Zurdok, Los Rabanes y Molotov— radica en que, gracias a él, el cineasta “demuestra ser de los pocos directores mexicanos capaces de dar sentido al silencio y a la inacción”.
Los planos abiertos, por su parte, transmiten la inmensidad del ambiente de la costa, mientras que el recurso de la cámara en movimiento evoca el constante peregrinar de Juan en busca de la pieza que necesita el auto que averió, de una retribución al apoyo que le brindan los otros o de respuestas para sí mismo.
Escrita por Paula Markovitch en colaboración con Eimbcke, y producida con financiamiento de CinePantera, del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), del Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine) y del Grupo Bal (Peñoles, GNP, El Palacio de Hierro, ITAM, entre otras empresas), Lake Tahoe fue nominada apenas el viernes pasado para un premio Goya en la categoría de Mejor Película Extranjera. Ahí competirá con La buena vida, de Andrés Word, proveniente de Chile; con Acné, de Federico Veiroj, originaria de Uruguay; y con Perro come perro, de Carlos Moreno, de Colombia.
Sea o no galardonada con la presea española, el cineasta que comenzó a adquirir fama con su divertido cortometraje La suerte de la fea… a la bonita no le importa (2001) ya se declaró orgulloso de la nominación para el filme pues, a su juicio, representa un merecido reconocimiento para todos los que participaron en su realización.
Entretanto, y muy dentro del espíritu de estas fechas, de Lake Tahoe ya es posible tomar una idea, un consejo, una invitación: que, a pesar de las adversidades, los seres humanos podemos esforzarnos por hacer un favor a los otros. Y aunque nada garantiza que ese gesto resulte conforme a lo imaginado, bien vale la pena intentar ayudar.


Nota: Esta reseña también fue publicada en el blog e-joven del diario El Universal.

1 comment:

Necio Hutopo said...

Pues sí, ya me habían dicho que esta película debe ser vista...

En otros menesteres; para que no le digan y no le cuenten, porque a lo mejor le mienten, de mi para usted el siempre obvio, repetitivo y muy sincero deseo de que pase unas felices fiestas en compañía de quien elija para tener felices fiestas