Thursday, September 25, 2008

Las elecciones de 2009, desafío inmediato del IFE: Alfredo Figueroa

Además de organizar los comicios, el instituto debe cumplir con las nuevas tareas que le implica la reforma electoral y recuperar la confianza de la ciudadanía


Más allá de los discursos, el Instituto Federal Electoral (IFE) debe reconstruir la confianza de la ciudadanía mexicana en el organismo a través de “prácticas concretas” encaminadas a “la tutela de la democracia”, reconoció el consejero Alfredo Figueroa Fernández.
La institución, que tiene como tarea inmediata organizar los comicios del 5 julio de 2009 en los que se renovarán las 500 curules de la Cámara de Diputados, enfrenta retos “en distintos niveles”.
Uno de ellos, explicó Figueroa Fernández, integrante del Consejo General del IFE desde el pasado 15 de agosto, es terminar de desarrollar las capacidades con que le exige contar la reforma constitucional en materia electoral aprobada en 2007. Entre esas nuevas competencias está fungir como único administrador de los tiempos del Estado en radio y televisión de los que podrán disponer los partidos políticos.
Otro desafío, añadió en entrevista telefónica el también maestro en Sociología, radica en consolidar las atribuciones que ya tenía el instituto relativas a la organización de elecciones en toda la República.
Para los comicios del año próximo, según estimaciones de la Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores, deberán instalarse alrededor de 146 mil 446 casillas y se requerirá capacitar como funcionarios de mesa de votación a un millón 25 mil 122 personas. Al 31 de julio pasado, 76 millones 688 mil 85 mexicanos estaban inscritos en el padrón electoral.
Un tercer reto, detalló el consejero, lo constituye superar la desconfianza social en el IFE producto de las quejas que se presentaron y no fueron resueltas con motivo del reñido proceso electoral de 2006 en el que Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN), y Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), disputaron la Presidencia del país.
Para recobrar credibilidad —argumentó—, el organismo debe acercarse a los ciudadanos, cuya participación, ya sea en la conformación de los 32 consejos locales y de los 300 distritales, o en la atención de las casillas durante las jornadas comiciales, es indispensable para el desempeño de la institución.
Cuestionado acerca de si el IFE posee las herramientas presupuestales y técnicas para llevar a cabo sus actividades, señaló: “Estamos en la puesta a punto de muchas de ellas”. A su juicio, luego de la reforma a la Constitución aún quedan pendientes cambios a las leyes electorales secundarias, como los relacionados con el derecho de réplica o el papel de los medios de comunicación.
Sin embargo, aclaró que el IFE “deberá hacer uso del marco constitucional a su alcance”. En ese contexto, a principios de septiembre la Secretaría de Hacienda y Crédito Público acordó entregar al instituto 650 millones de pesos como parte de una ampliación presupuestal a fin de que éste cumpla con sus nuevas obligaciones.


Avance democrático “con pasos cortos pero firmes”
La reforma electoral de 2007 también incluyó la renovación escalonada del Consejo General del IFE. Dentro de ese proceso de renovación, en febrero de este año los diputados nombraron como nuevo presidente del instituto a Leonardo Valdés Zurita, en sustitución de Luis Carlos Ugalde, y como nuevos consejeros, en lugar de Alejandra Latapí y Rodrigo Morales, a Marco Antonio Baños y Benito Nacif.
Meses después, en un segundo relevo, fueron elegidos María Macarita Elizondo, Francisco Javier Guerrero y Alfredo Figueroa Fernández, quienes desde agosto ocupan los sitios que dejaron Lourdes López, Teresa González y Andrés Albo.
Este cambio no escapó a los reclamos. Sergio Sarmiento, colaborador del diario Reforma, escribió que en la designación de estos consejeros “no hubo ya siquiera un intento de los políticos por ocultar los criterios partidistas”. En el mismo tono, Salvador García Soto, columnista de El Universal, aseguró que el reparto de cuotas fue pragmático y que los partidos “hacen sus cuentas alegres por la influencia que tienen directamente sobre el órgano electoral”.
Ambos analistas vincularon a Elizondo con el PAN, a Guerrero con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y a Figueroa Fernández con el PRD. Respecto de tales señalamientos, este último consejero se declaró respetuoso de las opiniones que pueda haber sobre el instituto y su conformación aunque, para él, “lo razonable es juzgar el trabajo de las personas”.
El proceso de renovación del Consejo General del IFE, afirmó, fue “más abierto y transparente que nunca”. Por lo tanto, “habrá que juzgar a el funcionamiento de sus integrantes a partir de hechos y situaciones concretas; entretanto, no habrá sino que dar la bienvenida a las críticas, a los cuestionamientos y, sobre todo, al diálogo”.
Figueroa Fernández consideró que la reforma electoral “apunta a mejorar las condiciones de equidad y democracia en México”. No obstante, “tenemos que ser prudentes a la hora de festejar los avances democráticos”, puesto que hay evidencias históricas de que de un momento a otro pueden sobrevenir grandes retrocesos.
La construcción de la democracia mexicana, concluyó, debe efectuarse “con pasos cortos pero firmes” que corresponde dar al IFE, a las instituciones del Estado, a la academia, a los medios de comunicación, a las organizaciones civiles y a la sociedad en su conjunto.


Nota: Una versión editada de este texto fue publicada en la revista electrónica Terra Magazine.

4 comments:

Elizabeth García said...

Muy interesantes los nuevos retos a los que se enfrenta el IFE ante la reforma electoral. Creo que las siguientes elecciones pondrán en juego muchos asuntos de interés, pero específicamente es una nueva oportunidad para que recuperen un cirto margen de credibilidad algunas instituciones.
Muchas Felicidades!
Usted es un gran entrevistador.
LQM.
Un beso.

Necio Hutopo said...

"cierto margen de credibilidad" dicen...

Elizabeth García said...

Mmm... ¿Que tiene Necio Hutopo en mi contra?

Mau Torres said...

Darinte:

Nomás pa' aclarar (porque creo no estar errado), Necio Hutopo, ilustre y asiduo visitante de este espacio, no tiene nada en contra tuya.

Sus críticas son, más bien, contra el IFE. Y razones no le faltan.

En todo caso, muchas gracia a ambos por darse una vuelta por acá.