Thursday, September 11, 2008

El gabinete, “punto flaco del sexenio calderonista”: Zepeda Patterson

Sus integrantes han exhibido que su mayor virtud "no son sus cualidades, sino su lealtad al presidente"


El desempeño que ha mostrado el gabinete presidencial de México “es uno de los puntos más flacos del sexenio de Felipe Calderón”, afirmó el analista político Jorge Zepeda Patterson.
Para el columnista y también director de la revista Día Siete, las deficiencias de los secretarios de Estado han tenido como resultado un “gobierno atrincherado” y han exhibido que el equipo de Calderón está integrado por personas cuya mayor virtud “no son sus cualidades, sino su lealtad al presidente”.
En entrevista telefónica, Zepeda Patterson criticó que, al asumir la Presidencia del país en diciembre de 2006, el mandatario mexicano conformara su gabinete únicamente con miembros de su círculo cercano en lugar de buscar una mayor inclusión de otras fuerzas políticas.
“No es usual que quienes operan el ‘cuarto de guerra’ durante una campaña electoral sean los mismos que ocupen los ministerios”, explicó. El analista expuso que en Estados Unidos, por ejemplo, los colaboradores más cercanos de quien es electo presidente constituyen la cúpula de la Casa Blanca cuando inicia un periodo de gobierno, pero no se convierten en secretarios de Estado puesto que en esos cargos se necesita a interlocutores que puedan comunicarse con distintos sectores como legisladores, empresarios, sindicatos y organizaciones sociales.
A juicio de Zepeda Patterson, los cambios que se han efectuado dentro del gabinete en casi dos años de gestión dejan ver que dentro del Ejecutivo el poder se concentra cada vez más en la fracción calderonista del Partido Acción Nacional (PAN).


Enroques
En septiembre de 2007, Germán Martínez Cázares renunció a la Secretaría de la Función Pública para buscar la dirigencia nacional del PAN, posición que actualmente ostenta. Esa cartera fue ocupada por Salvador Vega Casillas.
Meses después, en enero de 2008, se realizaron dos modificaciones más. Francisco Ramírez Acuña fue remplazado por Juan Camilo Mouriño al frente de la Secretaría de Gobernación, dependencia encargada de la política interior. Hasta ese momento Mouriño había sido jefe de la Oficina de la Presidencia, y antes, coordinador general de la campaña de Calderón, asesor y subsecretario en la Secretaría de Energía.
Por otra parte, Ernesto Cordero, otrora subsecretario de Egresos, llegó a la Secretaría de Desarrollo Social en sustitución de Beatriz Zavala. Durante la contienda de 2006, Codero, ahora responsable de programas como los destinados a combatir la pobreza, fungió como coordinador de Políticas Públicas en el staff de Calderón.
El último movimiento en el gabinete se llevó a cabo recién a principios de agosto pasado. Eduardo Sojo, quien trabajara en la gestión de Vicente Fox (2000-2006), dejó la Secretaría de Economía para instalarse en la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. A la titularidad de ese ministerio llegó Gerardo Ruiz Mateos, ingeniero industrial y de sistemas que, de acuerdo con el sitio web de la Presidencia de la República, “cuenta con una especialidad en Economía y Finanzas”.


Sin liderazgo ante los retos
Acerca de la propuesta de que el gabinete presidencial tenga que ser ratificado por el Congreso de la Unión a fin de evitar amiguismos, Zepeda Patterson consideró esta opción “muy difícil” debido a que la oposición, que es mayoría en el Poder Legislativo, podría utilizar este recurso como un método de presión que originaría una “parálisis política” más severa que la que padece el país.
Desde su perspectiva, la sociedad tendría que apelar a la sensatez y la congruencia del presidente al momento de nombrar a los secretarios de Estado, así como exigir resultados de cada funcionario.
En ese sentido, enfatizó el analista, el gabinete de Calderón representa un “retroceso” con respecto de los anteriores, ya que si bien los equipos de Ernesto Zedillo (1994-2000) y Vicente Fox tuvieron muchos errores, en su composición había “un mensaje de pluralidad”, una convocatoria a distintas fuerzas políticas que no se percibe en este sexenio.
Frente a ese contexto, concluyó, el “gran telón de fondo” que deberá encarar en los próximos meses un equipo “sin capacidad, liderazgo ni legitimidad” se compone de dos retos: el aumento de la inseguridad pública y el deterioro de la economía popular, marcado por el alza de precios y un malestar social que va “in crescendo”.

Nota: Una versión editada de esta nota fue publicada en la revista electrónica Terra Magazine.

2 comments:

Necio Hutopo said...

Soy yo, lo reconozco, pero a mi me da que el principal punto flaco de esta administración es, más bien, el que no haya ganado las elecciones que les llevaron al poder... De ahí viene todo lo demás

Elizabeth García said...

Una de las grandes flaquezas es justamente la ausencia de líderes, que no sólo se ha dado durante este sexenio, líderes que en verdad sean especialistas en cada una de las materias de las que se encuentran a cargo.
Pero en fin...
Saludos!
Un abrazo...