Sunday, July 02, 2006

Voto frustrado [relato testimonial]


Iba a ser la primera vez que votaría. No podría ser mejor la conjugación del verbo: iba. En las elecciones presidenciales de 2000 contaba sólo 16 años; por ende, aún no tenía la edad suficiente para participar en los comicios. En aquella ocasión, como sabemos, la consigna era o parecía ser sacar al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Los Pinos. El resultado fue el igualmente consabido triunfo del Partido Acción Nacional (PAN) y de su candidato, Vicente Fox Quesada.
Para este proceso electoral muchas posibilidades estaban —corrijo: ¡están!— en juego: la continuidad de un decepcionante o cuando menos poco satisfactorio gobierno que prometió “el cambio”; el viraje a una izquierda que con hechos habría de sacudirse la etiqueta de “populista”; y finalmente, la poco probable vuelta a los colores que con más bajos que altos condujeron al país durante casi todo el siglo XX.
La expectativa generada por unas anticipadísimas campañas, llevadas a cabo aun desde la plataforma de un cargo público —llámese Secretaría de Gobernación, jefatura de Gobierno del DF o gubernatura del Estado de México— , así como la trascendencia histórica de esta decisión, provocaron que instituciones, empresas y personajes hicieran énfasis en la importancia de acudir a las urnas este 2 de julio de 2006.
Contagiado de esta actitud contraria al abstencionismo, consciente de que la mejor o más directa forma de expresarme a favor o en contra de una opción era ir a votar, la tarde de este domingo, después de cumplir con algunos compromisos sociolaborales, enfilé hacia la casilla correspondiente a mi sección.
Grande, bastante ingrata fue mi sorpresa al descubrir la ausencia de mi credencial de elector. Hurgué en mi cartera, busqué en la carpeta donde suelo guardar algunos documentos, visualicé la posibilidad de haberla olvidado en casa —en la sala o en la cabecera de mi cama— , pensé que, quizá, la había perdido. Por fin, el insight, ese relámpago que alumbra la oscuridad de la incertidumbre: recordé que el lunes de esa semana acudí a una cita a la sede de El Universal;
para poder acceder al edificio, en el vestíbulo me pidieron una identificación; entregué mi credencial del Instituto Federal Electoral (IFE), pero, al salir, no la recogí.
A causa del despiste me sentí poco menos que un imbécil. Una cosa era haberla olvidado, ¿pero percatarme de ello una semana después? Triste manera de perder la oportunidad de participar en una jornada histórica. Ante esta omisión a mi responsabilidad como ciudadano, lo mínimo que puedo hacer es reportar, por ejemplo, que en las elecciones locales de los estados de Guanajuato, Morelos y Jalisco el PAN ha ganado la gubernatura. En el DF, cumpliendo con los pronósticos, Marcelo Ebrard, candidato de la Alianza Por el Bien de Todos (PRD-PT-Convergencia), acaparó casi la mitad de los votos.
La hora del cierre
A las 23:00 horas, Luis Carlos Ugalde, consejero presidente del IFE, anunció que el Instituto aplazará hasta el miércoles la entrega del resultado oficial de la elección presidencial. Entretanto, tanto Felipe Calderón como Andrés Manuel López Obrador han manifestado su esperanza en ser declarados vencedores de los comicios.
Por su parte, según el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), con el 46.73 por ciento de las casillas procesadas y casi un 60 por ciento de participación ciudadana, el PAN lleva la delantera con el 37.97 por ciento de la votación, seguido de la Alianza Por el Bien de Todos con 35.81 por ciento. Tal como se tenía previsto, la Alianza por México (PRI-PVEM) fue relegada al tercer lugar con 19.46 por ciento.
Mientras todos tendremos que esperar al 5 de julio a que el IFE dé los resultados definitivos, a menos que en estos comicios se presente una segunda vuelta, yo tendré que esperar unos días —hasta mi siguiente cita en El Universal— para recuperar mi credencial, y deberé aguardar seis años más —hasta 2012— para participar en una elección presidencial, la del sucesor o sucesora de quien el próximo 1 de diciembre asumirá la jefatura del Ejecutivo.

1 comment:

Fabiola Rodríguez said...

Hola antes que nada ¿cómo has estado? ya no te he visto.
En realidad mi comentario tiene que ver con que ésté es el único medio de comunicación que tengo contigo y quiero hacerte una pregunta: ¿Sabes si tenemos que solicitar una carta de aceptación al Universal allá con Alejandro Jimenez?