Thursday, November 15, 2007

“No veo en México una política integral de combate al narcotráfico”: Jorge Luis Sierra

La Iniciativa Mérida “es parte de un plan general de combate a la criminalidad que abarca desde Centroamérica hasta Estados Unidos”, explica Jorge Luis Sierra, periodista especializado en temas de seguridad y fuerzas armadas. Editor del diario Rumbo del Valle, de Texas, en entrevista telefónica comenta que esa estrategia más amplia tiene que ver con el ofrecimiento de ayuda que hizo el Departamento de Estado estadounidense a un conjunto de gobiernos de la región.
En el caso de México, el acuerdo binacional entre éste y EU implica la transferencia de mil 400 millones de dólares en armamento, equipo y adiestramiento, a lo largo de tres años, para la lucha contra el narcotráfico y la detección de terroristas. Ese monto, asegura Sierra, representa sólo dos semanas de operaciones militares en Irak y Afganistán.
—¿A qué se comprometen ambas partes?
—La iniciativa tiene tres componentes. Uno es reducir la criminalidad organizada, particularmente en la frontera: disminuir el flujo de drogas hacia EU y de armas hacia México; es una operación binacional contra los grupos que trafican drogas, indocumentados, armas, y lavan dinero. El segundo es una reforma policial, relacionada con la capacitación y entrenamiento de la policía mexicana. El tercero es un esfuerzo por mejorar la seguridad de los controles aduanales en la frontera entre México y EU.
—¿Es este acuerdo un paso valioso hacia una mayor cooperación y compromiso?
—Creo que sí hay una intención positiva, pero me pregunto qué tanto es más que retórica. No veo cambios fundamentales en la política de ambos países con respecto de la injusticia social ni de involucrar a las organizaciones que trabajan con pocos recursos para tratar de abatir el consumo de drogas. Hay negligencia por parte de EU para combatir a las pandillas aliadas con los cárteles mexicanos. En México, hasta ahora, la mayor parte de los recursos se destinan al enfoque punitivo de esa lucha; la prevención y la educación no tienen la misma atención ni recursos. Lo que más ha llamado la atención es la transferencia de armas. Sin embargo, no veo una política integral de combate a las drogas.
—Se piensa que uno de los riesgos de este acuerdo para el gobierno de Felipe Calderón es que tendrá que responder a dos congresos: el de EU, que aprueba la ayuda, y el Senado en México, que vigila la política exterior.
—Es algo que deciden los congresistas en EU cada año. El Departamento de Defensa debe presentar resultados para continuar con sus programas de ayuda militar para América Latina, y los legisladores revisan extensivamente los mismos. Cada año el Congreso de EU fiscalizará cómo se utilizó y qué resultado tuvo el dinero aprobado para las campañas mexicanas contra el narcotráfico. El Congreso mexicano tiene una injerencia mucho menor, no ha habido una intervención mayor por parte de las cámaras de Senadores y de Diputados para examinar con representantes de la Cancillería y del Consejo de Seguridad Nacional cómo encajan esos recursos dentro de una política general de seguridad pública y nacional. He visto una respuesta muy débil. Si los senadores deben revisar los acuerdos binacionales de México con otros países, los diputados tienen la facultad de revisar, aprobar o rechazar los proyectos que impactan en el presupuesto.
—Se temía que la iniciativa incluyera la posibilidad de la entrada de militares estadounidenses a territorio mexicano. ¿Está descartada esta posibilidad?
—Me parece que sí. México ha sido particularmente cuidadoso de no aceptar la presencia de cuerpos de EU para combatir a la criminalidad. Ha habido y hay actividad militar, por supuesto, y se ha registrado actividad de inteligencia, pero es algo que ocurre casi como un hecho y, más allá de ella, México ha sido muy cuidadoso en evitar una intervención directa de las tropas estadounidenses en la lucha contra el narcotráfico.
—¿Cuál ha sido la reacción de la sociedad y de la prensa de EU?
—La sociedad está viendo hacia otros problemas, como el debate sobre la migración. Una parte de la población conservadora, alimentada por algunos shows de tv, rechaza todo lo que venga de México o Latinoamérica. Aunque la sociedad está dividida. No todos rechazan la migración indocumentada. Hay republicanos y demócratas que abogan por una reforma migratoria integral, pero no son suficientes. Los medios impresos, por su parte, han abordado el asunto de la Iniciativa Mérida y creo que la han visto como un paso positivo: están viendo los esfuerzos del presidente Calderón como serios.
—En un artículo afirmas que más allá de armas, equipo y entrenamiento para combatir al narcotráfico se requiere construcción institucional. ¿A qué te refieres con eso?
—A que la policía mexicana es una institución corrompida, penetrada, con escasos niveles de confiabilidad, diezmada por el narcotráfico. Vemos un aparato de seguridad pública casi desmantelado por la corrupción. Y los gobiernos, en lugar de realizar una reforma policial que construya nuevas instituciones de policía, están empleando a fondo a las Fuerzas Armadas, reemplazando a las policías en el combate a las drogas. El argumento es inobjetable: no hay confianza en la policía, por eso tiene que entrar el Ejército; pero tampoco hay una política visible que apunte a construir nuevas instituciones de policía. La militar es una institución con mayor confiabilidad por su disciplina, tradición, etcétera, pero eso puede ser mermado. Se ha comprobado la capacidad de penetración del narcotráfico. Se está desgastando el último recurso que tenemos y no veo dónde vaya a parar esto: según los reportes del Departamento de Estado, el tráfico de drogas proveniente de México no ha bajado. Y el uso del brazo militar y de tecnología ha sido históricamente un gran fracaso.
—Por eso en vez de sólo reprimir el consumo de drogas habría que prevenirlo.
—Se puede demostrar cómo reducir el consumo de drogas a través de educación y prevención se puede llevar un presupuesto 50, 100 veces menor. Es incluso un ahorro para los países.

Nota: Una versión editada de esta entrevista fue publicada en la revista electrónica Terra Magazine.

2 comments:

KIKA said...

Que linda sorpresa. No sabía nada de esta entrevista. Tengo que confesar que esta semana en Mérida me ha desconectado de muchas cosas. Pero me da mucho gusto regresar y leerte. Tenemos tantas cosas que platicar, aunque los dos tenemos mucho trabajo me gusta poder compartir contigo en diferentes niveles. De vez en cuando es bueno no saber sobre lo que vas a escribir, porque me sorprendes, es un tema muy interesante, pero me quedan algunas dudas que me encantaría plantearte. Bueno espero pronto poder bombardearte con mis interrogantes, que me aclares las dudas y que podamos intercambiar impresiones. Un abrazo, te amo.

Necio Hutopo said...

Al pan pan, al vino vino y al que roba hay que llamarlo Calderon...

Al "iniciativa Mérida" se llama Plan México y forma, efectivamente, parte de un estrategia, pero no combate a la criminalidad; sino de supeditación de las políticas y planes de los gobiernos de todo un hemisferio a los intereses de un único país... Y ni siquiera eso, a los intereses de la clase hegemónica de un único país.