Fernando Serrano Migallón es uno de los candidatos a ser el nuevo rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Facultad de Derecho, su nombre figura junto a los de Rosaura Ruiz, José Antonio de la Peña, Gerardo Ferrando, Diego Valadés, Fernando Pérez Correa y José Narro Robles, este último, director de la Facultad de Medicina, vinculado al grupo de Juan Ramón de la Fuente —actual titular de la Rectoría— y señalado como el aspirante más fuerte. Nota: Una versión editada de esta entrevista fue publicada en la revista electrónica Terra Magazine.
Sin embargo, independientemente de los personajes, para Serrano Migallón el rector de la UNAM “tiene que ser un universitario al 100%, contar con un programa adecuado para el desarrollo de la universidad y poseer las características personales para llevarlo a cabo”.
El 31 de octubre concluirá el proceso de consulta entre la comunidad de la “máxima casa de estudios”, y el 17 de noviembre, la Junta de Gobierno, integrada por 15 miembros, designará al rector para el periodo 2007-2011.
—Usted ha mencionado algunos retos que enfrenta la UNAM: financiamiento insuficiente, bajo nivel educativo de los alumnos de nuevo ingreso y falta de articulación entre docencia, investigación, difusión y necesidades del país. ¿Cuál es el más urgente de atender?
—Todos, y a todos hay que atacarlos, si no al mismo tiempo, con todo un proyecto y un programa. El reto de los recursos es insalvable, porque el programa de desarrollo académico, para mí el fundamental, se debe basar en el monto de los recursos que se tengan. Otro reto es conservar la estabilidad dentro de la universidad. Todos están interrelacionados, pero quizá eso sería lo más importante: mantener la estabilidad, conseguir más recursos y a partir de ellos hacer una planeación profunda de su empleo para fortalecer la academia.
—¿Cómo obtener más recursos?
—Los recursos fundamentales de la institución tienen que ser proveídos por el gobierno federal. Los gastos de la universidad son de tal magnitud que no hay otra posibilidad más que el gobierno dé los recursos. Pero creo que la universidad tiene que hacer mucho para aumentar la generación de recursos propios. Hay un área que no ha sido suficientemente explorada, la propiedad intelectual de la universidad: patentes, marcas, derechos de autor, obra artística. Como en otras universidades y en el propio país, hay áreas en las que, aprovechando esa propiedad intelectual, en colaboración con la iniciativa privada o con el gobierno, se puede hacer algún tipo de empresas que por un lado le produzcan más recursos a la universidad y, por otro, pongan al alcance de la sociedad los beneficios que se logran a través de la investigación.
—¿Ha contemplado la posibilidad de establecer cuotas a los alumnos?
—Para nada. Primero, es un tema tabú que la comunidad universitaria no quiere, y luego los resultados son mínimos. De haberse llevado a cabo el proyecto último se habría reflejado en el presupuesto de la universidad en un 0.1%, un monto que no resuelve ningún problema y crea una desazón muy profunda dentro de la comunidad.
—Sobre la estabilidad de la vida universitaria se ha comentado que una situación que influye en esto es la relación con el Sindicato de Trabajadores de la UNAM. ¿Qué otros podrían ser factores de inestabilidad?
—En este momento no veo particularmente ninguno. Creo que es una comunidad muy grande y diversa, hay todas las ideologías, puntos de vista, carreras, facultades. Eso hace que sea una comunidad muy inteligente y participativa, con la que hay que tener una relación permanente para evitar que se puedan ocasionar desencuentros. Pero pienso como el maestro Mario de la Cueva, quien decía que siempre que había tratado con universitarios se había encontrado, en general, porque hay excepciones, gente de buena fe aunque tenga un punto de vista distinto.
—Usted ha presentado un plan global de trabajo, en el que se incluye un proyecto académico, uno financiero-administrativo, uno social y de difusión cultural y uno internacional. ¿Hay algún principio, un eje o valor que pase por todos ellos?
—La academia. La universidad tiene muchísimas facetas. Nunca deja de sorprender. Siempre hay algo nuevo. Pero el eje conductor es sobre todo una institución académica, tenemos que fortalecer la academia y mantenernos así en dos aspectos: la generación de conocimiento nuevo y la transmisión del mismo.
—Existen algunas opiniones en el sentido de que el proceso de sucesión del rector no es precisamente democrático porque en él no interviene de manera directa toda la comunidad, sino que es sólo la Junta de Gobierno la que designa a quien ocupará el cargo. De llegar a la Rectoría, ¿plantearía reformar el modelo de sucesión?
—No es algo que esté en manos de la universidad. Es una ley federal que corresponde al Poder Legislativo. No estamos hablando de una campaña política, electoral, sino de un procedimiento académico donde hay que tomar en cuenta las finalidades académicas, la forma de llevarlas a cabo y las características personales. La comunidad participa en dar su punto de vista. No es una simple sustitución de personas, sino un momento de reflexión universitaria, y todos tenemos la obligación de hacer sentir a la Junta de Gobierno qué queremos de nuestra institución, hacia dónde queremos que vaya y la forma de lograrlo.
—De cara a los retos de México como país, ¿cómo imagina a la UNAM dentro de 10 años?
—Imagino una universidad moderna, actuante, actualizada y mucho más cercana a la sociedad en la percepción de los problemas nacionales y en las alternativas de solución. Como entidad, no creo que debamos tener una opinión sobre ningún problema, pero los universitarios individualmente pueden plantear una serie de alternativas, y tenemos la obligación de participar y de plantearlas. Podemos aportar los valores universitarios: tolerancia, libre discusión de las ideas, de cátedra, de investigación, equidad de género, ser una conciencia crítica del país.
3 comments:
Reconozco que a mi Serrano Migallón me da, por lo menos, miedo... Pero la entrevista está bien hecha. Sólo una observación pequeña, ya que te preocupaste de identificar al entrevistado y al aspirante "más fuerte", no hubiera estado de más identificar a los otros aspirantes por sus puestos y no sólo por sus nombres (que a la mayoría le dirán más bien poco)
Muy interesante y concuerdo con el comentario anterior, pero supongo que ya investigarás más adelante. Me gusta que tu blog siempre tiene temas muy coyunturales y de gran interés, como en este caso Rectoría, aunque aún no me convence ninguno de los candidatos, analizarlos es muy padre. Por cierto, le hiciste una entrevista a Corral? Cómo te atreves!!! Si primero la tienes que concertar conmigo Jajaja. Por cierto hoy me dijo que te saludara Jaja!!! Cuidate.
Un abrazo.
Bueno señor... si me permites (en mi opinión inexperta) que la entrevista quedó muy bien, creo, por los comentarios que me anteceden que mi percepción es correcta. Un tema muy interesante y polémico. Si me permites confesarme tendría que decir que Rosaura Ruiz me parece un caso interesante, creo que tiene pocas probabilidades pero... finalmente esto tiene que ver con intereses ¿no? Bueno, me parece que la constitución y el impulso de los Macroproyectos de Investigación es una iniciativa que ha producido cosas muy interesantes, con todo lo malo que pueda resultar la evaluación a las líneas de humanidades (Macro 4). Mi participación en el proyecto de investigación se debe a dicha iniciativa, y Rosaura los ha representado y respaldado, la verdad es que estos proyectos han dado otras posibilidades a los investigadores, pero sobre todo a los becarios, son espacios no fáciles de encontrar. Por ello entenderás que me gustaría que continuaran.
De cualquier manera te agradezco por dejarme ver a otro de los candidatos. Nuevamente confirmo que se parece a mi suegro, jajaja. Te amo.
Tengo una pregunta ¿Para ti quién debería ocupar el puesto? Supongo que ya tendrás oportunidad de contestarme, piénsalo con calma.
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