Tuesday, September 30, 2008

López Obrador continúa con “defensa del petróleo” [crónica]

Impreso en cartulinas blancas con tintas negra, verde y roja, el mensaje volvió a recorrer las calles de la capital mexicana: “¡Pemex no se privatiza!”. Este domingo, miles de personas reunidas con motivo de la marcha y asamblea informativa del Movimiento en Defensa del Petróleo se manifestaron en contra de las propuestas de reforma a la paraestatal planteadas por Felipe Calderón.
El protagonista del acto, sin embargo, no fue el hidrocarburo, sino el ex candidato presidencial del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y autonombrado “presidente legítimo de México”, Andrés Manuel López Obrador.
Ya desde el Ángel de la Independencia, donde comenzó el recorrido, se escuchaba la célebre rima: “Es un honor estar con Obrador”. Más aún, otra consigna reafirmaba tanto la identidad de los presentes como el rechazo a los contrarios: “Este es el pueblo de López Obrador. ¿Cuál es el tuyo, espurio Calderón?”.
Las brigadas del movimiento llegaron a Paseo de la Reforma: banderas blancas, anaranjadas, rojas, amarillas, verdes. También arribaron, en respaldo de la educación pública, estudiantes del Instituto Politécnico Nacional, de la Universidad Autónoma Metropolitana y de la Universidad Nacional Autónoma de México. Y acudieron, igualmente, quienes sólo deseaban expresar su apoyo a Andrés Manuel.
Una mujer, por ejemplo, caminaba apresurada con el propósito de alcanzar al contingente encabezado por el ex jefe del Gobierno del DF. “Ándale, mamá”, presionaba a su acompañante. “¡Ahí está!”, apuntaba alegre.
Como ella, muchos de los asistentes, recién observaban al tabasqueño, se acercaban, lo saludaban, le aplaudían, le gritaban “¡Obrador, Obrador!”. Tal era la aglomeración que los reporteros batallaban para aproximarse. Luego de un par de intentos fallidos por captar una imagen, un fotógrafo volteaba hacia un colega y, entre sorprendido y resignado, alzaba los hombros. La marcha continuaba.
Al centro de la columna, el protagonista de la jornada correspondía a los saludos, sonreía. Lo flanqueaban, entre otros, Gerardo Fernández Noroña, su encargado de comunicación; Alejandro Encinas, ex aspirante a la dirigencia nacional del PRD; Rosario Ibarra, senadora y activista pro derechos humanos; y Porfirio Muñoz Ledo, coordinador del Frente Amplio Progresista (FAP). Poco después se les unirían la líder local perredista, Alejandra Barrales, y la también senadora Yeidckol Polevnsky.
Medio día: el zócalo recibió a la concentración. La gente empezó a distribuirse alrededor del escenario dispuesto para el acto. Algunas personas, principalmente adultos de más de 50 o 60 años, armaban las sillas plegables que habían llevado consigo. Arreciaba el sol. Se abrían algunas sombrillas.
Jorge Eduardo Navarrete, embajador y miembro del Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo, reseñó el más reciente libro del tabasqueño: La gran tentación. Afirmó que en esta obra (a la venta para recaudar fondos para el movimiento, explicaban los comerciantes) queda expuesto cómo durante el régimen de Porfirio Díaz a finales del siglo XIX e inicios del XX las compañías extranjeras saquearon los hidrocarburos de México, situación que podría repetirse con la reforma a Pemex propuesta por Calderón.
Subió a la palestra Javier González Garza, El Güero, coordinador de los diputados perredistas, quien se congratuló de que los legisladores del FAP (PRD, Partido del Trabajo y Convergencia) impidieran la aprobación de las iniciativas calderonistas gracias a la toma de las tribunas del Congreso de la Unión que efectuaron en abril.
Y tomó la palabra Andrés Manuel. Reiteró su oposición a la violencia “en todas sus formas”, en la resistencia civil contra la privatización de la industria petrolera y en actos como el atentado en Morelia, Michoacán, la pasada noche del 15 de septiembre. Asimismo, recordó la próxima conmemoración de los 40 años de la represión de estudiantes del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco y exigió libertad para todos los presos políticos.
Pasó a su crítica al neoliberalismo que, aseguró, ha llevado a la ruina al país. Empero, expuso, es posible abandonar el bajo crecimiento económico si se destinan más recursos a Pemex con la finalidad de permitirle construir las refinerías que se necesitan.
Además, comentó, es indispensable instrumentar un “plan de emergencia ante la crisis” que, según sus cifras, podría realizarse si se recorta a la mitad el gasto corriente del gobierno federal, 400 mil millones de pesos, y con ello se busca atenuar el impacto en la población de la situación financiera global. Tal proyecto, señaló, ya fue entregado para su discusión en el Congreso a los legisladores del FAP. De éstos, por cierto, no estuvo presente ni fue mencionado Carlos Navarrete, coordinador de los senadores del PRD identificado con la corriente de Nueva Izquierda, oponente del lopezobradorismo.
El tabasqueño, por último, en una declaración que retomarían más tarde los medios nacionales, se dijo dispuesto a “negociar” con los otros partidos una iniciativa de reforma a Pemex, siempre que no se busque privatizarlo “de manera abierta o disfrazada” y se cumplan otras demandas como la renuncia del secretario de Gobernación, Juan Camilio Mouriño, un reclamo que de inmediato encontró eco y levantó el espíritu xenófobo de “¡Muera el gachupín!”.
Al final, no obstante, pese a esa aparente apertura al diálogo, ante sus miles de simpatizantes López Obrador recalcó: “Más vale que no lo intenten, ¡no se va a privatizar!”.


Nota: Una versión editada de este texto fue publicada en la revista electrónica Terra Magazine.

Sunday, September 28, 2008

Abrir mercados, reto de la Sogem: Salazar Machain

A unas semanas de haber asumido la presidencia de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem), María Lorena de la Cruz Salazar Machain enumera algunos retos que enfrenta el gremio: pocas contrataciones, la imposibilidad de cobrar regalías de obras por encargo y la necesidad de presentar mejor material a los contratantes a fin de abrir nuevos mercados.
En entrevista al término de un chat con EL UNIVERSAL On-Line, describe como “muy agitados” sus primeros días al frente de esta organización dedicada a defender los derechos de los autores de obras de literatura y teatro, así como de guiones para cine, radio y televisión.
La dificultad inicial ha sido, explica, “llegar abriendo nuevos caminos”. A ese respecto, aunque el Consejo Directivo de la Sogem ya había tomado la decisión de recortar personal por falta de fondos, a ella correspondió “la horrible pena de despedir a los empleados”.
Ahora la meta es, por un lado, “volver a generar suficientes recursos para dar esos empleos nuevamente” y, por el otro, “promocionar al mundo el material de nuestros escritores, darlo a conocer”.
Narradora, poeta y guionista, admiradora de los escritores rusos y de otros como el francés Honoré de Balzac y el peruano-español Mario Vargas Llosa, Salazar Machain fue elegida para ocupar el cargo que dejó vacante el dramaturgo Víctor Hugo Rascón Banda, fallecido el pasado 31 de julio. La presidencia de la Sogem dura cuatro años.
Con relación al postulado del precio único contenido en la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro, declara que, en desde su punto de vista, “es mejor que haya varias opciones porque se abre más el campo, se visitan más librerías buscando el mejor precio, se ven nuevos autores, vemos carátulas diferentes, es una manera de promocionarnos ya que no tenemos la debida publicidad”.
Sin embargo, aclara que habla sólo a título personal porque no ha recabado la postura general de los escritores agremiados. En ese sentido, agrega, “está muy dividida la opinión. De cualquier manera, tengo que defender la causa que apoye la mayoría. Así será. Puede ir muy en contra de lo que yo piense, pero estaré defendiéndola según lo que ellos me indiquen”.
Por otra parte, al referirse a las circunstancias de la lectura en el país, dice: “Tenemos que cambiarlas desde las bases, desde los niños, tenemos que enseñarles a leer, a comprender lo que están leyendo”. Asimismo, comenta, es conveniente que los textos estén “al alcance de todo el mundo”, lo que podría incentivarse si existen obras en diferentes precios y presentaciones a las que el público se pueda acercar.
“Tal vez los autores tengamos la culpa de no promocionarnos debidamente”, admite Salazar Machain. Ella, afirma, llegaría a repartir volantes afuera del Metro con el propósito de difundir su trabajo. “Estamos mal —concluye—. Se lee poco en México, aunque se produce mucho, pero se edita menos de lo que se produce y todavía se lee menos de lo que se edita. Esa es la situación ahora”.


Nota: Otra vez me uno al reciclaje. Una versión editada de este texto fue publicada en la página 5 de la sección Sociedad de El Universal del viernes pasado, y se reproduce íntegra hoy en el blog e-joven del portal del mismo diario.

Thursday, September 25, 2008

Las elecciones de 2009, desafío inmediato del IFE: Alfredo Figueroa

Además de organizar los comicios, el instituto debe cumplir con las nuevas tareas que le implica la reforma electoral y recuperar la confianza de la ciudadanía


Más allá de los discursos, el Instituto Federal Electoral (IFE) debe reconstruir la confianza de la ciudadanía mexicana en el organismo a través de “prácticas concretas” encaminadas a “la tutela de la democracia”, reconoció el consejero Alfredo Figueroa Fernández.
La institución, que tiene como tarea inmediata organizar los comicios del 5 julio de 2009 en los que se renovarán las 500 curules de la Cámara de Diputados, enfrenta retos “en distintos niveles”.
Uno de ellos, explicó Figueroa Fernández, integrante del Consejo General del IFE desde el pasado 15 de agosto, es terminar de desarrollar las capacidades con que le exige contar la reforma constitucional en materia electoral aprobada en 2007. Entre esas nuevas competencias está fungir como único administrador de los tiempos del Estado en radio y televisión de los que podrán disponer los partidos políticos.
Otro desafío, añadió en entrevista telefónica el también maestro en Sociología, radica en consolidar las atribuciones que ya tenía el instituto relativas a la organización de elecciones en toda la República.
Para los comicios del año próximo, según estimaciones de la Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores, deberán instalarse alrededor de 146 mil 446 casillas y se requerirá capacitar como funcionarios de mesa de votación a un millón 25 mil 122 personas. Al 31 de julio pasado, 76 millones 688 mil 85 mexicanos estaban inscritos en el padrón electoral.
Un tercer reto, detalló el consejero, lo constituye superar la desconfianza social en el IFE producto de las quejas que se presentaron y no fueron resueltas con motivo del reñido proceso electoral de 2006 en el que Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN), y Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), disputaron la Presidencia del país.
Para recobrar credibilidad —argumentó—, el organismo debe acercarse a los ciudadanos, cuya participación, ya sea en la conformación de los 32 consejos locales y de los 300 distritales, o en la atención de las casillas durante las jornadas comiciales, es indispensable para el desempeño de la institución.
Cuestionado acerca de si el IFE posee las herramientas presupuestales y técnicas para llevar a cabo sus actividades, señaló: “Estamos en la puesta a punto de muchas de ellas”. A su juicio, luego de la reforma a la Constitución aún quedan pendientes cambios a las leyes electorales secundarias, como los relacionados con el derecho de réplica o el papel de los medios de comunicación.
Sin embargo, aclaró que el IFE “deberá hacer uso del marco constitucional a su alcance”. En ese contexto, a principios de septiembre la Secretaría de Hacienda y Crédito Público acordó entregar al instituto 650 millones de pesos como parte de una ampliación presupuestal a fin de que éste cumpla con sus nuevas obligaciones.


Avance democrático “con pasos cortos pero firmes”
La reforma electoral de 2007 también incluyó la renovación escalonada del Consejo General del IFE. Dentro de ese proceso de renovación, en febrero de este año los diputados nombraron como nuevo presidente del instituto a Leonardo Valdés Zurita, en sustitución de Luis Carlos Ugalde, y como nuevos consejeros, en lugar de Alejandra Latapí y Rodrigo Morales, a Marco Antonio Baños y Benito Nacif.
Meses después, en un segundo relevo, fueron elegidos María Macarita Elizondo, Francisco Javier Guerrero y Alfredo Figueroa Fernández, quienes desde agosto ocupan los sitios que dejaron Lourdes López, Teresa González y Andrés Albo.
Este cambio no escapó a los reclamos. Sergio Sarmiento, colaborador del diario Reforma, escribió que en la designación de estos consejeros “no hubo ya siquiera un intento de los políticos por ocultar los criterios partidistas”. En el mismo tono, Salvador García Soto, columnista de El Universal, aseguró que el reparto de cuotas fue pragmático y que los partidos “hacen sus cuentas alegres por la influencia que tienen directamente sobre el órgano electoral”.
Ambos analistas vincularon a Elizondo con el PAN, a Guerrero con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y a Figueroa Fernández con el PRD. Respecto de tales señalamientos, este último consejero se declaró respetuoso de las opiniones que pueda haber sobre el instituto y su conformación aunque, para él, “lo razonable es juzgar el trabajo de las personas”.
El proceso de renovación del Consejo General del IFE, afirmó, fue “más abierto y transparente que nunca”. Por lo tanto, “habrá que juzgar a el funcionamiento de sus integrantes a partir de hechos y situaciones concretas; entretanto, no habrá sino que dar la bienvenida a las críticas, a los cuestionamientos y, sobre todo, al diálogo”.
Figueroa Fernández consideró que la reforma electoral “apunta a mejorar las condiciones de equidad y democracia en México”. No obstante, “tenemos que ser prudentes a la hora de festejar los avances democráticos”, puesto que hay evidencias históricas de que de un momento a otro pueden sobrevenir grandes retrocesos.
La construcción de la democracia mexicana, concluyó, debe efectuarse “con pasos cortos pero firmes” que corresponde dar al IFE, a las instituciones del Estado, a la academia, a los medios de comunicación, a las organizaciones civiles y a la sociedad en su conjunto.


Nota: Una versión editada de este texto fue publicada en la revista electrónica Terra Magazine.

Thursday, September 11, 2008

El gabinete, “punto flaco del sexenio calderonista”: Zepeda Patterson

Sus integrantes han exhibido que su mayor virtud "no son sus cualidades, sino su lealtad al presidente"


El desempeño que ha mostrado el gabinete presidencial de México “es uno de los puntos más flacos del sexenio de Felipe Calderón”, afirmó el analista político Jorge Zepeda Patterson.
Para el columnista y también director de la revista Día Siete, las deficiencias de los secretarios de Estado han tenido como resultado un “gobierno atrincherado” y han exhibido que el equipo de Calderón está integrado por personas cuya mayor virtud “no son sus cualidades, sino su lealtad al presidente”.
En entrevista telefónica, Zepeda Patterson criticó que, al asumir la Presidencia del país en diciembre de 2006, el mandatario mexicano conformara su gabinete únicamente con miembros de su círculo cercano en lugar de buscar una mayor inclusión de otras fuerzas políticas.
“No es usual que quienes operan el ‘cuarto de guerra’ durante una campaña electoral sean los mismos que ocupen los ministerios”, explicó. El analista expuso que en Estados Unidos, por ejemplo, los colaboradores más cercanos de quien es electo presidente constituyen la cúpula de la Casa Blanca cuando inicia un periodo de gobierno, pero no se convierten en secretarios de Estado puesto que en esos cargos se necesita a interlocutores que puedan comunicarse con distintos sectores como legisladores, empresarios, sindicatos y organizaciones sociales.
A juicio de Zepeda Patterson, los cambios que se han efectuado dentro del gabinete en casi dos años de gestión dejan ver que dentro del Ejecutivo el poder se concentra cada vez más en la fracción calderonista del Partido Acción Nacional (PAN).


Enroques
En septiembre de 2007, Germán Martínez Cázares renunció a la Secretaría de la Función Pública para buscar la dirigencia nacional del PAN, posición que actualmente ostenta. Esa cartera fue ocupada por Salvador Vega Casillas.
Meses después, en enero de 2008, se realizaron dos modificaciones más. Francisco Ramírez Acuña fue remplazado por Juan Camilo Mouriño al frente de la Secretaría de Gobernación, dependencia encargada de la política interior. Hasta ese momento Mouriño había sido jefe de la Oficina de la Presidencia, y antes, coordinador general de la campaña de Calderón, asesor y subsecretario en la Secretaría de Energía.
Por otra parte, Ernesto Cordero, otrora subsecretario de Egresos, llegó a la Secretaría de Desarrollo Social en sustitución de Beatriz Zavala. Durante la contienda de 2006, Codero, ahora responsable de programas como los destinados a combatir la pobreza, fungió como coordinador de Políticas Públicas en el staff de Calderón.
El último movimiento en el gabinete se llevó a cabo recién a principios de agosto pasado. Eduardo Sojo, quien trabajara en la gestión de Vicente Fox (2000-2006), dejó la Secretaría de Economía para instalarse en la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. A la titularidad de ese ministerio llegó Gerardo Ruiz Mateos, ingeniero industrial y de sistemas que, de acuerdo con el sitio web de la Presidencia de la República, “cuenta con una especialidad en Economía y Finanzas”.


Sin liderazgo ante los retos
Acerca de la propuesta de que el gabinete presidencial tenga que ser ratificado por el Congreso de la Unión a fin de evitar amiguismos, Zepeda Patterson consideró esta opción “muy difícil” debido a que la oposición, que es mayoría en el Poder Legislativo, podría utilizar este recurso como un método de presión que originaría una “parálisis política” más severa que la que padece el país.
Desde su perspectiva, la sociedad tendría que apelar a la sensatez y la congruencia del presidente al momento de nombrar a los secretarios de Estado, así como exigir resultados de cada funcionario.
En ese sentido, enfatizó el analista, el gabinete de Calderón representa un “retroceso” con respecto de los anteriores, ya que si bien los equipos de Ernesto Zedillo (1994-2000) y Vicente Fox tuvieron muchos errores, en su composición había “un mensaje de pluralidad”, una convocatoria a distintas fuerzas políticas que no se percibe en este sexenio.
Frente a ese contexto, concluyó, el “gran telón de fondo” que deberá encarar en los próximos meses un equipo “sin capacidad, liderazgo ni legitimidad” se compone de dos retos: el aumento de la inseguridad pública y el deterioro de la economía popular, marcado por el alza de precios y un malestar social que va “in crescendo”.

Nota: Una versión editada de esta nota fue publicada en la revista electrónica Terra Magazine.